Everardo Flores Gómez
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Con datos sistematizados a partir de notas periodísticas y redes sociales, la organización civil “Céntrico” presentó esta semana su más reciente informe de “Ni una muerte vial”, que identifica las calles, carreteras y caminos del país donde más personas han perdido la vida en siniestros viales. Este informe significa un esfuerzo colaborativo desde la sociedad civil organizada que aporta información para la toma de decisiones urgentes que permitan salvaguardar la integridad física, la salud y la vida de todos los usuarios de las calles en México.
Los estados de la república donde más personas han fallecido en los últimos cuatro años por siniestros de tránsito son: Jalisco, Cdmx, Edo. Méx. y Coahuila. En el 100% de las entidades y ciudades del país existen calles donde personas a pie, en bicicleta y en motocicleta han perdido la vida en este tipo de hechos. Los datos recopilados se encuentran abiertos y disponibles en la página: www.niunamuertevial.mx
No obstante que Yucatán apenas rebasa los dos millones de habitantes, ocupando el lugar 22 entre los estados con más habitantes de México, está posicionado con un nada honroso cuarto lugar en la lista de las 150 calles más mortales de todo México. Localmente para nadie es una sorpresa que sea el Periférico de Mérida el que ocupe esta posición, lo sorpresivo es que el número de muertes anuales en esta vía supere a entidades que triplican o cuadruplican la población meridana, haciendo del tema en cuestión un problema de muy alta gravedad que debe atenderse a la brevedad.
De acuerdo con el informe de Céntrico “gran parte de estas vías corresponden a carreteras y autopistas cuyo entorno fue progresivamente urbanizado en los últimos años y que, a pesar de tener un diseño que prioriza la velocidad, son vías con personas caminando, conviviendo, comprando, sin infraestructura ni equipamiento para su seguridad. En otros casos son vías que se han modificado para ofrecer paso continuo y veloz de los vehículos motorizados, dificultando el tránsito cotidiano de las personas. Las autoridades han ignorado el peligro que esto supone: es inaceptable que los atropellamientos sean recurrentes en puntos y tramos que ya son conocidos”.
Muchas de estas vías peligrosas son de jurisdicción federal o estatal. A pesar de que la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial ya establece en su artículo 37 la obligatoriedad de adaptar la vocación, velocidad y diseño de las vías de jurisdicción federal o estatal que se adentren o corten un asentamiento urbano, para considerar la movilidad y seguridad vial de las personas, la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (Sict) no ha emitido criterios de diseño seguro en este sentido.
“Sin lugar a dudas, la velocidad es el principal factor de riesgo que propicia estos atropellamientos. Cambiar el diseño de estas vías es obligado. De acuerdo a la Ley todos los ámbitos de gobierno tienen responsabilidades que cumplir para lograr que la infraestructura urbana sea segura para todos los usuarios. Necesitamos que la Sict genere lineamientos para las avenidas, considerando el entorno urbano en el que se encuentran, para que en colaboración con los gobiernos estatales se pueda proceder a su transformación”, enfatizó Treviño.
“Este esfuerzo de documentación de muertes viales busca visibilizar la urgencia de que los tres órdenes de gobierno trabajen por una movilidad segura. Hacemos un llamado a las autoridades correspondientes a priorizar acciones que atiendan el diseño y operación de estas vías para salvar vidas en un país donde la gran mayoría de las personas camina y usa el transporte público. Es fundamental proveer las condiciones para garantizar la seguridad de quienes utilizan estos modos de transporte sustentable. La Séptima Semana de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial, que se celebrará del 15 al 21 de mayo, representa una oportunidad para repensar la movilidad”, mencionó durante la presentación de este informe Alejandra Leal, Coordinadora Nacional de la Coalición de Movilidad Segura.