El gobierno federal ha reiterado que la lucha contra el robo de combustible, conocido como “huachicoleo” va en serio.
Sin embargo, la resistencia de los grupos dedicados a esta actividad delictiva ha ocasionado una especie de “vencidas” en la reapertura del ducto Tuxpan-Azcapotzalco, el cual permanece cerrado desde el pasado 10 de enero y ha sido saboteado ya en 5 ocasiones.
Por ello, esta semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio la instrucción para que elementos del Ejército y la Marina, vigilen los 311 kilómetros del ducto, con 850 elementos.
El martes 15 de enero, el gobierno federal dio a conocer algunas fotografías sobre los ataques al ducto Tuxpan-Azcapotzalco, en las que se aprecian los daños ocasionados.
Este incidente, el más grave hasta ahora, ubicó tres ataques: el primero en el kilómetro 161+500 en Tlanalapa, Hidalgo. Pero también se han registrado en el kilómetro 189+200 en Otumba, en el 129+000 en Acambay y en el kilómetro 150+392 en
Atlacomulco, Estado de México.
Hoy jueves por la mañana, el titular de la Defensa Nacional, general Cresencio Sandoval, dijo que por vía aérea se detectó la madrugada de este jueves a aproximadamente 20 vehículos y un número no determinado de personas con mangueras intentando perforar el ducto para abastecerse de combustible.
Por la vía Tuxpan-Azcapotzalco circulan hasta 170 mil barriles diarios de combustible.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el 11 de enero que los “huachicoleros” “le habían colmado el plato” y que desde el inicio de su mandato había sido informado del robo diario de 800 pipas de combustible.