Monseñor Mario Mena Díaz recuerda la importancia de estas fechas, en las que queda instituida la Eucaristía y se afianza el vínculo entre los fieles y Jesucristo
Como indica la tradición, cada Jueves Santo se lleva a cabo la Misa de la Cena del Señor, la cual fue oficiada por el obispo auxiliar, Pedro Mena Díaz, en la Catedral de San Ildefonso de Mérida, donde como cada año encabezó el Lavatorio de Pies.
Esta representación, que rememora el momento donde Jesús realiza la misma acción con sus 12 apóstoles durante la Última Cena, se vivió con respeto y pasión por quienes tuvieron la oportunidad de protagonizar este acto simbólico.
Previo al ritual, monseñor Mena Díaz recordó la importancia de estas fechas, en las que queda instituida la eucaristía y se afianza el vínculo entre las personas y Jesucristo durante la homilia de la Santa Misa.
“Día con día tenemos que ir haciendo esto con nuestras familias, en nuestras parroquias, para poder acercarnos a este misterio que díariamente nos salva”, señaló el arzobispo auxiliar, al referirse al misticismo que representa Jesús.
El párroco indicó que a pesar de que hay una participación de niños, adolescentes y adultos jóvenes participando activamente en las actividades religiosas, lamentó que exista un número mayor que se encuentra alejado de la religión.
De igual manera, recordó que este acto realizado por Jesús en la Última Cena busca demostrar que sólo desde la humildad se puede vivir plenamente.
Para hoy, las actividades programadas en la catedral comenzarán a las 11:00 horas, con el viacrucis meditado, en el interior de la Catedral; para posteriormente, a la 13:00 horas; meditación de las Siete Palabras del Señor Jesucristo en la Cruz; a las 15:00 horas, Liturgia de la Pasión del Señor; 17:00 horas, procesión del Santo Entierro; una hora después, la Marcha del Silencio (saliendo del parque de Santa Ana); para finalizar a las 20:00 horas, con el Rosario del Pésame a la Virgen.
LAVATORIO EN EL CERESO
Personas Privadas de la Libertad (PPL), en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Mérida recibieron el lavado de pies de parte del obispo auxiliar de Yucatán, Pedro Mena Díaz, como parte de las actividades de la Semana Mayor.
En el acto, seis mujeres y seis hombres que cumplen sentencia por diversas causas se dirigieron al auditorio principal del lugar, ataviados con túnicas a la usanza de esa época.
Ante un auditorio lleno, el obispo auxiliar recordó la importancia de estas fechas en las que queda instituida la eucaristía y se afianza el vínculo entre las personas y Jesucristo.
Mena Díaz comentó que una prueba palpable del amor del salvador para la comunidad penitenciaria es la existencia de la capilla en honor a San Maximiliano Kolbe, en el centro de reinserción.
Luego de despojarse del calzado, uno a uno los privados de la libertad recibieron el lavado de pies, tal como Cristo lo hizo con sus discípulos horas antes de iniciar su camino hacia el Calvario.
Durante la jornada, las familias de los privados de la libertad tuvieron la oportunidad de convivir en el Cereso y ser parte de las actividades religiosas.
Recibieron el lavado de pies Emily Mariela G. B., Lendy S. C., Lilia T. P., María N. P., Nancy T., Juan Luis C. A., Manuel Aaron C. B., José Guadalupe P. C., Eulogio C. M., Luis Antonio C. C. y Juan O.
Las actividades de Semana Santa en el centro penitenciario continuarán hoy, con la representación del viacrucis a cargo de personas privadas de la libertad.
Texto y foto: Andrea Segura