La escritora considera que la lectura ha cambiado y los jóvenes ahora tienen otras opciones para disfrutar de cuentos, ensayos, novelas o poesía, sobre todo en un dispositivo móvil con los avances en la tecnología
Con el desarrollo de las redes sociales y la edición por medios electrónicos, leer un libro impreso ya es un gusto caro, aseguró la escritora Verónica García Rodríguez, directora de la editorial Lectámbulos.
Sin embargo, dijo, la lectura se ha transformado y los jóvenes ahora tienen otras opciones para leer cuentos, ensayos, novelas o poesía, principalmente en un dispositivo móvil.
Lo que dejó en claro, en Charla Con Peninsular Punto Medio, es que un escritor quiere que su obra perdure en el tiempo, y eso nomás se consigue editando su obra en un libro impreso.
La editorial Lectámbulos, surge como parte de los trabajos de la revista del mismo nombre, fundada hace cuatro años en la pandemia del covid-19, y se anunció la semana pasada con cuatro libros: de política, poesía, cuentos e historia y, todos, se van a presentar dentro de la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán (Filey).
Para ello, han sumado esfuerzos de colaboradores fundadores de México, Cuba y España, quienes son altamente reconocidos y generan más de 10 mil lectores al mes.
Indicó que muchas veces ya no es posible escribir de golpe, o cientos de libros por lo caro que resulta la edición, pero la idea es ayudar a los escritores locales.
¿Cómo va la edición de libros?
Es muy costoso imprimir miles de ejemplares, incluso para las instituciones públicas, hay que decirlo. Lamentablemente, el libro en México es muy caro, por eso decidimos abrir esta editorial que permite tirajes cortos, con diferentes opciones para los autores, pero, además, están las plataformas en donde se pueden publicar las obras, pero algo que nosotros queremos ofrecer al autor es que su obra se publique con el cuidado de rigor.
¿Presentó cuatro libros?
Los primeros libros que se editaron y que se presentarán en la Filey en marzo próximo son: Otras voces del Paraíso, del poeta Rubén Reyes Ramírez; Del Pueblo para Yucatán, de Rogerio Castro; Ante tu Retrato, de Laura Elena Rosado Rosado, que rescata la historia del constructor del Museo Cantón en Paseo de Montejo; así como El Organillero, de José Perules López.
¿Han cambiado los hábitos de lectura en los jóvenes?
Hace unos años que me hacían esa misma pregunta, las estadísticas de los lectores normalmente se han medido a través de la venta de libros en las librerías, lo que deja fuera a muchos lectores que no van a comprar un libro, poque en México el libro es un producto caro, entonces muchos lectores nos pasamos los libros de mano en mano, les sacamos copias y eso nadie lo mide. Tampoco se mide los lectores de periódicos. Hoy hay otro nicho grande, por las nuevas generaciones, que leen en digital. Aquí el cambio es de formato en el que accedemos al libro o a la lectura.
¿En Yucatán qué se lee?
Te vas a sorprender, hay nuevas generaciones que no necesitan de una institución para que les publiquen o acceder a un libro, y en el caso de los libros y las obras se las van pasando. En Yucatán, nosotros tenemos una vena por la poesía, por los cuentos y no tanto por las novelas. Son pocos los novelistas, somos más los narradores, cuentistas y poetas, por favor, somos tierra de poetas, incluso la trova.
¿Cuál sería la proporción de los lectores digitales con los tradicionales?
No me atrevería a decirte, pero nosotros nos resistimos al terreno digital en la revista Lectámbulos, pero tuvimos que reaprender, nos guiamos de los más chavos, porque ellos tienen otra visión, otros colores, manejo de la tipografía. La producción digital nos permite llegar a todos lados, y nos permite allí sí saber cuántos lectores por artículos y hemos llegado a cinco mil lectores en 24 horas, lo que sin duda en impreso no lo logramos.
¿Recomienda promover la lectura digital?
Lo que vale pena en el caso de los gestores de lectura, los mediadores y los padres de familia es que aprovechen la tecnología para que se fomente la lectura, quizás haya cierta resistencia de los chavos al libro impreso, es su generación, pero si le das una tableta es diferente, porque además traen ilustraciones diferentes, a lo mejor les va a llegar.
El beneficio es el mismo, no hay que asustarnos, hay que aprovecharnos de la tecnología para que pueda seguir el libro entre nosotros.
Texto y fotos: Esteban Cruz Obando