Entra en vigor en el estado una reglamentación para edificar una planta de tratamiento residual
A PARTIR DE YA, todas las granjas que entren a Yucatán, deberán cumplir con la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales, de lo contrario no podrán operar en la entidad, condicionó el secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori Sampedro. En el caso de las ya instaladas, serán notificados sobre esta nueva disposición.
Hace unos días Punto Medio publicó la postura de un investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), quien dijo que en Yucatán no se necesitan más granjas porcícolas, planteamiento que se le hizo al encargado del medio ambiente.
“No es que hagan falta, eso no lo decidimos, el Estado tampoco. Este es un tema económico, de generación de empleos, de entrarle a mercados nacionales e internacionales.
¿Qué tanto podemos decir nosotros? tendríamos que ver la legislación. No es una cuestión autoritaria de decir, ya no más granjas”, expuso el funcionario.
Sin embargo, al cuestionarle sobre las afectaciones a la salud, Batllori Sampedro comentó depender de la perspectiva en que se vea, ya que toda actividad humana genera un impacto. El cómo se mitiga esto, ese el tema a trabajar.
Según estudio los biodigestores solo combaten el 90 % de las cargas orgánicas, por lo que queda un 10 %.
En el caso de Homún, expuso, se solicitó la construcción de una planta de tratamiento; sería la primera en recibir este ordenamiento a fin de cumplir con las normas oficiales mexicanas.
En el caso de las granjas nuevas podrán entrar a la entidad con una planta de tratamiento por delante, independientemente del biodigestor que tendrán que instalar.
“Tendrán que cumplirlo, no es a capricho de haber si quieren. No podrán operar si no tiene la planta de tratamiento y un sistema de monitoreo. Esto permitirá evaluar si la contaminación está incrementando o no”, enfatizó.
En el caso de las granjas que se encuentran operando, recibirán una recomendación donde se les solicita implementar sistemas adicionales de plantas de tratamiento que permita ir mejorando la calidad del agua, priorizando el diálogo y el compromiso.
Texto y foto: Jesús Gómez