En su despacho, sala de juntas, o quizá en oficina alterna, medita, ordena, repasa, calcula, analiza y concluye, para la propuesta más apropiada en cada decisión a presentar a la Superioridad. Se puede afirmar que al día de hoy, en capacidad, calidad, fortaleza, fidelidad, trabajo, visión y prudencia, es el hombre realmente fuerte. No en las funciones llevaderas; en las institucionales que redundan en los resultados gubernamentales. Así en ese tenor, trasciende que aparece en un contexto a mano del sistema político nacional del actual secretario de General de Gobierno, Roberto Antonio Rodríguez Asaf.
De esas cosas, en donde las latitudes muestran otros nombres, pero, en los efectos cimientan versiones alternas. Justas requeridas para los planes B, C o D; pero que en algunas circunstancias podrían ser el eje de varias alianzas para el plan A. Casi todo lo que emprende le funciona. Desde la coordinación general de la campaña de Rolando Rodrigo Zapata Bello para Gobernador de Yucatán. Las confianzas han sido del estilo propio para ejercer los atributos de gobierno. Nada de helados personales, aunque sí existen, pero, su crecimiento no se basa de esos tiempos de sonrisas y más asuntos particulares o privados.
La agenda con el alto mando se basa en una seriedad que arropa la dictadura de lo que hay que desarrollar. Los números en frío. Las soluciones prácticas y determinantes. El salto para la mejor rendición de las economías. Se reconoce en Rodríguez Asaf el hombre netamente de resultados. El inmerso en cubrir todos los aspectos de su encargo y más por estar solidario con la Superioridad yucateca. Poco a poco, empiezan los analistas, según se escucha, a levantar el velo de una figura de peso, comprometida con la realidad local y que, con cautela, pero a paso firme sigue avanzando sin tanto ruido, ni desesperación de medios. A su favor también que no carga con asuntos negativos en lo público.
No se le ve en la necesidad de manipular espacios a su favor. La simple actuación en un horizonte brillante y pleno de trabajo de la mano con el superior, más que asuntos de amistad, conforman ese tipo de funcionarios listos para dejar un ejemplo al igual que don Rolando Rodrigo Zapatas Bello, pero, ese pero que debe prevalecer en el sentido de lo bueno de la amistad, pero mejor con capacidad, visión y en primer lugar quien lleva esa posición, precisamente.
Rodríguez Asaf mantiene la actitud que den los comienzos del presente sexenio zapatista pocos se esperaban. Un crecimiento a ritmo tipo carrera universal, la de 10 kilómetros y la de los próximos tres años, al estilo de la casa, que ha contagiado a todos, ver carrera por aquí y carreras por allá. Desde luego bueno para la salud, convivencia y entorno social. Así en las anotaciones de esos hombres enclavados en las fichas para el escritorio preciso siguen anotando buenos reportes del secretario General de Gobierno. Un General presto al servicio, leal con quien se debe, armado con sentido institucional y en marcha para lo que sigue, expresó director de conocido portal de noticias por internet. Nosotros, mejor, pendientes.
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El oficialista José López Campos, arquitecto de profesión y empresario por vocación, tiró certero al enunciar que los recién funcionarios nombrados ya deben de meterse de lleno al trabajo. No hay necesidad de las llamadas evaluaciones, estudios, sesiones de sombra, y demás tópicos; puesto que hay un diagnóstico claro de cada una de las dependencias entregadas. Es reconocible esa madurez en la declaración puesto que es una plena realidad. Se supone que se escogieron los mejores perfiles para cada caso, entonces ya deberían de estar preparados para seguir el ritmo de quien les dio la concesión de sus puestos en el umbral del presupuesto de gobierno.
Con palabras firmes, claras, el líder de la Cámara de Comercio despuntó ese sentido propio que en realidad deberían de ser los empresarios en los contrapesos. Sin embargo, López Campos no está peleado con sus negocios, ni la inmensa fortuna que posee actualmente al estar comandando la posición comercial. Está hasta en los concursos de las colonias. Está en todo. Y eso, es bueno. Quizá su sentido crítico anterior y favor d cierto partido era porque no se le daba la presencia que ahora le dan al compartir reflectores y dar su aval en todo. Un buen tipo, cauto, pero muy listo.
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Dicen que Raúl Paz Alonzo, presidente del Pan estatal, líder de los diputados panistas locales, diputado estatal y más lo que se acumule está de plácemes en los primeros acuerdos por las comisiones y temas económicos a manejar en el Legislativo. La inspiración de procedencia ha facilitado las pláticas a modo. No se cree que termine tan entregada como la ex panista Sofía castro, pero no distará mucho su actuación de ella.
No se confundieron mucho quienes dieron señales de las cercanías con pronunciamientos priistas de antaño y por ADN. Las formas tratan de cuidar, sin embargo ante el escenario público todo podría confirmarse y seguir ese mensaje tomado del entonces nacional, ahora en el “Pacto por Yucatán”. Algo muy adecuado para construir en vez de destruir. Hay interlocutores familiares, socios, y que, además poseen el respaldo de lo necesario para todo tipo de negociaciones; cual sentido es de la política yucateca.
Pasos de los sistema democratizadores para unos, los más amargados les llaman veletas, los rencorosos convenencieros; las plumas según el reconocimiento puntual es el color de lo que se esbozará. Lo bueno que en todos hay conocimientos, amigos, compadres, convenios y así sucesivamente. Es mejor la paz que la guerra porque permite tiempo para edificar acuerdos y toma de decisiones de la mano en favor de las pautas del bienestar social, político, económico y sustentable, reviró uno de los coordinadores de las fuentes de los palacios siempre atento a todos los comentarios de esta central. Así que, pendientes todos, para ver si es o no cierto, subrayó en plena línea directa.
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