Lia Maivia, inmortal

Mary Carmen Rosado Mota

@mary_rosmot

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Terminanos el fin de semana en el que se paraliza el mundo de la lucha libre internacional con las grades actuaciones y rivalidades que año tras año deja a su paso el evento Wrestlemania de la World Wrestling Entertainment, mejor conocida como la WWE, la empresa de su especialidad más importante a nivel mundial. 

Además de los campeonatos, polémicas, victorias y derrotas, este es el evento en el que se reconocen a las leyendas de esta industria para darles su lugar en la inmortalidad. 

Ofelia Fuataga Maivia, conocida como Lia Maivia, se casó muy joven con el luchador profesional Peter “El Gran Jefe” Maivia y juntos recorrieron gran parte del mundo iniciándose en la industria de la lucha libre, aprendiendo del negocio que conlleva tanto arriba como abajo del ring. Si bien su esposo ganó importantes campeonatos para distintas compañías, el trabajo de Lia se incrementó tras el repentino fallecimiento del gran jefe en 1982. 

Durante su matrimonio, compraron una empresa promotora de lucha con sede en Hawai que rebautizaron como “Polynesian Pro Wrestling”, su idea era clara querían promover al sitio como una importante sede para eventos atractivos mientras que impulsaban la carrera de luchadores locales que, además, eran representativos de la cultura y tradicionales polinesias. Sin embargo, cuando su esposo falleció a causa del cáncer Lia tuvo que hacerle frente a la responsabilidad de tener una empresa de ese tamaño y, principalmente, a cumplir con los sueños que alguna vez compartieron. 

En una época y una industria donde no abundaban las mujeres, se convirtió en una de las primeras promotoras de lucha libre en Estados Unidos y a base de un gran trabajo y talento para los negocios se realizó bajo su cargo, en 1985, el evento más importante de este tipo de espectáculos en el Aloha Estadio, el más grande de Hawái. Conocida como “Una calurosa noche de verano” la cartelera presentó a importantes figuras de aquellos años como Ric Flair, Siva Afi, Lars Anderson, André “el gigante”, Rocky Johnson, entre otros. 

El trabajo de Lia para promover el talento local y el orgullo de sus raíces se vio en su legado familiar pero también en la forma tan valiente con la que enfrentó las críticas, amenazas e incluso, las acusaciones en su contra de las cuales salió siempre airosa y con la frente en alto. Quizá los fans actuales de la WWE no podrían concebir esta industria sin la presencia de talentosos luchadores samoanos pero hace cuatro décadas tuvo que sacrificar mucho para crear este linaje al cual siguió apoyando desde distintas facetas hasta su fallecimiento en el 2008.

Reconociendo no sólo todo lo que construyó sino también el camino que abrió para que otras mujeres puedan sumarse a esta lucrativa industria, este fin de semana, en la edición 40 de Wrestlemania, su nieto Dwayne Johnson la indujo al Salón de la fama de la WWE volviendo a Lia Maivia una leyenda inmortal.