Llamadas que no faltan

Jhonny Eyder Euán
jhonny_ee@hotmail.com

Esta persona trata de sobrellevar la última hora de su jornada laboral a eso de las cuatro veinte de la tarde, cuando de pronto suena su teléfono.

Tono-tono-tono.

Buena tardes, se comunica con usted Laura Martínez para ofrecerle excelentes promociones para su línea telefónica, dígame, ¿con qué cantidad recarga su teléfono?  Pues tengo un plan tarifario. Comprendo, señor, dígame, ¿es un plan forzoso? Creo que sí. ¿Cuánto paga? Como unos doscientos pesos al mes. ¡Uy no! señor, eso es un robo, si me permite le puedo dar la información de las promociones que tengo para usted si en este momento decide cambiarse de línea telefónica, es un procedimiento muy rápido y mañana mismo ya podría gozar de los excelente beneficios que le tenemos. Tendría que pensarlo, señorita. Pero señor, dígame qué tendría que pensar, aquí estoy para resolverle sus dudas, con nosotros puede tener cinco meses de promoción, el primero es gratis, y hasta el segundo pagaría unos ciento ochenta pesos nada más, ¿cómo lo ve? ¿no le parece excelente? Pues suena bien, pero le repito que tendría que pensarlo. ¿Qué dudas tiene? Aquí estoy para darle la información, en minutos podríamos hacer el trámite, mañana mismo podría tener su nueva línea, con llamadas y mensajes ilimitados, además de las redes sociales más conocidas totalmente gratis, ¡es una excelente promoción! ¿se anima? Le agradezco la información, pero le repito que tendría que meditarlo, quizás después me anime. Mire, si acepta el cambio ahora mismo le ofrezco dos meses más de promoción, ¿qué dice? ¿comenzamos el cambio? ¡No, señorita!, tengo que pensarlo, y disculpe pero tengo que colgar, estoy trabajando.

Tono-tono-tono-tono.

A las seis quince la persona camina rumbo al paradero de autobuses para irse a su casa. En el trayecto hace una parada en una panadería para llevarse unas conchas. Estaba por pagar cuando el teléfono vuelve a sonar.

Tono-tono-tono.

Buena tardes, se comunica con usted Diego Navarrete para ofrecerle excelentes promociones para su línea telefónica, dígame, ¿con quién tengo el gusto?  Hola, con Juan. Señor Juan, hoy tengo muy buenas promociones que estarán vigentes sólo por hoy para su línea telefónica, dígame, ¿con qué cantidad recarga su teléfono?  Pues con cien… tono-tono-tono.

La persona colgó a propósito cuando hablaba para hacer parecer que la llamada se cortó, y así poder pagarle a la cajera de la panadería con tranquilidad, para luego irse a su casa sin perder el tiempo en llamadas absurdas y que no le interesan en lo más mínimo porque está conforme con el plan tarifario que tiene.

A las nueve treinta de la noche el teléfono vuelve a sonar, pero en esta ocasión nadie contesta porque el dueño se durmió mientras veía una serie de Netflix en la sala. Como a las diez y doce la persona despertó, revisó el teléfono y se percató que su jefe le habló dos veces. Se puso intranquilo, quizás era una emergencia de la oficina, pensó en regresar la llamada, pero recordó que el jefe suele dormirse a la diez. Dudó, dudó y mejor fue a la cocina por un poco más de café para disfrutar de una segunda concha. En eso volvió a sonar el teléfono.

Tono-tono-tono.

Buena noches, se comunica con usted Horacio Silva para ofrecerle excelentes promociones para su línea telefónica, dígame, ¿con quién tengo el gusto?