Al abordar el tema del verdadero amor en su homilía de ayer domingo en la Catedral, el Arzobispo de Yucatán, Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, exhortó a los jefes de familia a no dejar que solo en la mujer recaiga la educación de los hijos en la religión.
-Si el hombre es el primero en amar a Dios y enseñarlo a sus hijos, como lo hizo el señor San José con el mismo Jesús, entonces la religión está bien entendida y bien cimentada en esa familia– dijo el prelado, quien lamentó que muchos niños que son “amados” por sus papás, sean educados de una manera egoísta haciéndolos creer que son el centro del universo y no transmitiéndoles el mandato de amar a Dios y de amar al prójimo.
-Miremos la historia de cualquier criminal, de cualquier asesino, y nos vamos a dar cuenta que en su infancia faltó el amor a Dios, y faltó el amor al prójimo. Así se van criando cuervos en el amor– advirtió.
El Prelado recordó que cuando un escriba le preguntó a Jesús cual es el primero de los mandamientos de toda la ley, él le respondió recordándole el pasaje del Deuteronomio que dice: “Escucha Israel, amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma con todas tus fuerzas”.
-Y Jesús añade el segundo mandamiento sin que se lo pregunten: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, y entonces, al reconocer que cada ser humano es hijo de Dios y por lo tanto es mi hermano, entonces eso incluye un sentimiento de amor por personas desconocidas o por personas que me han hecho daño– dijo.
Texto y foto: Manuel Pool Moguel