Las lluvias en Valladolid confirmaron que su presidente municipal Alfredo Fernández Arceo es un buen “vende humo”, ya que en campaña prometió que los habitantes de la Sultana de Oriente contarían con mejores calles, pero lo peor y lo más peligroso son los casos de dengue registrados y que se debe a las vías encharcadas.
El “novedoso” material, de última generación y más resistente y con un menor precio no ha funcionado. por poco decía que se tendría una autopista y que los llanteros temblarían porque ya no tendrían mucho trabajo, pero todo fue una mentira, porque hay baches como si fueran piezas de longanizas y el hospital tiene cada vez más casos de dengue.
Además de construir buenas calles también se debe limpiar y hacer más pozos pluviales.
Los vallisoletanos están esperanzados de que, como las nuevas calles tienen garantía de tres años, esto no les cueste y la constructora lo repare. Son demasiadas las vías que deben ser reparadas y en tres años es insuficiente para hacerlo, por lo que lo mejor es ir haciéndolas poco a poco, pero con material de calidad.
Por las lluvias, hay numerosos puntos críticos y algunos charcos tardan en secarse en días y esto se convierte en criadero de moscos.
Hace muchos años, un veterano fundador de la Liga Yucatán de Béisbol criticaba el porqué los techos de las gradas eran de lámina, pues siempre que venía un ciclón se caían o tenían que desarmarlos. Entonces le dijo a un alcalde que mejor poco a poco construyera los techos, no importaba que fuera uno cada dos años, pues de lo contrario cada determinado tiempo sería la misma historia y fue así que se construyeron todos.
Texto y foto: Darwin Ail