Por naturaleza, el hombre necesita de una serie de elementos para vivir como el respirar, alimentarse, estar bien de salud, tener una vivienda.
Sin embargo, al estar hecho de cuerpo y alma, también necesita de la parte espiritual que es la que lo acerca a Dios y le permite trascender.
Es indudable que de todas sus necesidades la principal es el amor, ese que se vuelve motor de nuestras vidas y que compartimos y demostramos en los actos que llevamos a cabo todos los días con nuestra familia, en el trabajo o con quien nos necesite.
El ser humano no puede vivir sin amor, porque entonces su vida no tendría sentido. Si no recibe amor o no lo experimenta, su vida se centra en sí mismo, haciéndolo egoísta y deja de hacer el bien.
Hay personas que no forman una familia, como las que permanecen solteras o como los sacerdotes y mujeres consagradas que no viven el amor de pareja, por lo que podemos decir que ellos canalizan su afecto hacia Dios a través del amor y el servicio a los demás. A través del Evangelio, conocemos que el amor es la más grande de las virtudes y que éste se manifiesta en la vida cotidiana por medio de la comprensión, lealtad, fidelidad y entrega. Cristo es la máxima representación del amor, pues entregó su vida para salvar a los hombres.
Vivir el amor dará sentido a nuestras vidas, sin embargo, no hay reglas que digan la forma de darse a los demás, porque no todos los seres humanos tenemos la misma capacidad de amar ni la misma intensidad y la forma de demostrarlo varía de acuerdo a las necesidades.
Por ejemplo, en la familia, varía la forma de demostrar el amor, no se puede tratar de igual forma a una niña pequeña que a una adolescente, no obstante, a las dos se le ama.
Entre más amamos, más crece nuestra capacidad de amar, y entonces, desarrollamos relaciones más significativas con las personas que nos rodean.
El amor cambia de manera positiva nuestra vida, y a menudo, cambiamos la vida de la gente que está alrededor nuestro positivamente.
Pero para que el amor sea real, hay que sentirlo, decirlo y también hay que demostrarlo en cada uno de nuestros actos: como el decir un “te quiero” al esposo cuando se va al trabajo, abrazar a los hijos antes de dormir o cuando estén haciendo la tarea escolar; dar una bendición al salir de casa, harán que se sientan amados y protegidos.
El amor nos impulsa a desarrollarnos, madurar y alcanzar nuestras metas. Nos permite tener una autoestima sana y hace que nuestro paso por la vida sea más fácil.
Acción-Proyección-Vida
Durante esta semana demostraré el amor hacia mi familia con palabras, acciones. Además, trataré de ayudar amorosamente a alguien que lo necesite.
*ANSPAC son las siglas de Asociación (grupo de personas) Nacional (que está en todo el país) Pro (que está a favor) Superación (crecimiento continuo e integral del Ser humano) Personal (de uno mismo) A.C. (Asociación Civil: régimen fiscal sin fines de lucro). Teléfono: 9444303. WhatsApp: 9994143252