Don Remigio Aguilar Sosa fue uno de los grandes educadores yucatecos, y lo curioso es que toda su familia se dedica a la abogacía
Mañana lunes se conmemora el Día del Maestro y uno de los grandes educadores yucatecos fue don Remigio Aguilar Sosa, nacido en Tixkokob el 1 de octubre de 1894, y quien en 1964, al cumplir 50 años como maestro, recibió la medalla “Ignacio Manuel Altamirano” de manos del presidente Adolfo López Mateos.
Fue el mayor de los ocho hijos de don Concepción Aguilar Ancona. Su madre falleció cuando él y sus hermanos, Alba, Justina y Cirilo, eran aún pequeños; tiempo después don Concepción y su familia se trasladaron a Mérida, donde contrajo matrimonio con Damiana, una muchacha 25 años más joven que él y con quien tuvo tambien cuatro hijos.
Remigio estudió en el Instituto Literario de Yucatán, a los 19 años se graduó de maestro, era el año de 1915, un año después fue nombrado inspector escolar en el oriente del estado, específicamente en Tizimín, Valladolid y Calotmul, donde conoció a quien sería su esposa, la maestra María Aguilar, con quién se casó en la Iglesia de La Mejorada, el 2 de febrero de 1924.
El matrimonio procreó siete hijos: Carlos Alfonso,Yolanda, Raul Remigio, Alfredo, Miriam, el hoy abogado y notario público Jorge Hidalgo y Mario Enrique.
Su trayectoria en la docencia fue de cincuenta y ocho años, de los cuales 53 fueron al frente de su muy querida “Escuela Hidalgo”, que en 1938 funcionaba en el Palacio Cantón.
Entonces, el gobernador Humberto Canto Echeverría ofreció a don Remigio la planta alta para que habitara con su familia, que permaneció en ella hasta 1950 cuando se cambió el plantel a la calle 60 por 41. En 1973, a la edad de 79 años, don Remigio se jubiló de la docencia.
Entre los nietos de don Remigio se encuentran dos abogados, Remigio Aguilar y Castellanos, Elizabeth y José Luis Vargas Aguilar, quien en alguna ocasión recordaba un viaje por la capital del país, en el que su ilustre abuelo, a detalle, le explicó la historia del lugar.
Don Remigio dio cátedra de historia universal e historia de México en la Escuela Normal de Profesores y en la Normal para señoritas, presidió la Liga de Profesores, escribió articulos en medios de prensa local y asistió a un gran número de congresos de pedagogía y asambleas de la Organización de las Naciones Unidas como representante de México.
Actualmente en Yucatán existen tres escuelas primarias que llevan su nombre.
Don Remigio falleció el 4 de junio de 1977 a causa de un infarto. Fue un hombre de pensamiento liberal y gran admirador de Benito Juárez, siempre estuvo convencido de que una educación objetiva sólo se logra cuando es laica.
Recientemente, a iniciativa del Centro Cultural Pro Hispen, se develó la placa en honor al destacado maestro Remigio Aguilar Sosa en el predio númeor 299 de la calle 27 de la Colonia Alemán y que fue su domicilio.
Texto y fotos: Manuel Pool