En un recorrido por el Centro Histórico se pueden encontrar adornos alusivos a esas festividades, que ponen en un dilema a los consumidores
La llegada del Halloween y la Navidad pone en jaque a los comerciantes, quienes ya no saben cómo decorar sus tiendas, pues dejar de vender un producto u otro provocaría pérdidas importantes, por lo que algunos optan por mezclarlos.
Cada año es común observar en tiendas del Centro Histórico celebraciones a destiempo, en algunos, como una estrategia del mercado y otros, ya no saben, pero no se pueden quedar atrás.
Durante un recorrido por establecimientos ubicados por las calles 63, 65 y 58, se pueden encontrar adornos alusivos a las festividades del Halloween y la Navidad, algunos en venta y otros solo para darle personalidad al espacio.
—Es llamativo. Así la gente se siente atraída y entra a ver qué vendemos. Cada año lo hacemos así, bueno, este nos adelantamos a la Navidad porque hay gente que empieza a comprar sus artículos decorativos poco a poco—indicó una joven vendedora, quien motivada invitaba a los transeúntes a visitar una tienda.
Era extraño pasar por las tiendas; por un lado vivías las fiesta de los fieles difuntos, mientras que por otro podías adelantar tus compras para el tradicional arbolito de navidad. ¿El traje para la fiesta de disfraces o las luces para darle vida a la fachada de la casa? Todo un dilema.
—Vine por una peluca de bruja para una fiesta de mi hija, es de disfraz y ni modo, aquí estamos. Aunque también estoy viendo unas estrellas y luces para mi arbolito el cual, por cierto, necesito cambiar —compartió doña Magdalena mientras soltaba una carcajada.
Unas le ven el lado amable, otras se dicen confundidas, pues indican que no saben en que fecha viven.
—Solo falta que ya vendan corazones para el 14 de febrero —comentó doña María Euán, quien salió a comprar dulces y calaveritas para su altar.
Texto y foto: Jesús Gómez