Los fieles deber ser prudentes al hablar: Arzobispo

En su más reciente mensaje a los fieles, el arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, exhortó a la comunidad católica a ejercer prudencia en sus palabras y evitar los juicios precipitados.

“El pez por la boca muere”, citó el prelado, destacando la responsabilidad que cada persona tiene sobre lo que dice. También recordó otro refrán: “En boca cerrada no entran moscas”, enfatizando la importancia de medir las palabras antes de hablar.

Basándose en la Carta del apóstol Santiago, Rodríguez Vega explicó que, así como un pequeño timón dirige una gran embarcación, la lengua puede generar tanto bien como daño.

En ese sentido, citó el Libro del Eclesiástico: “El fruto revela el cultivo del árbol, así la palabra revela el corazón de la persona” (Sir 27,6).

“Es esencial escuchar con atención antes de juzgar”, afirmó el arzobispo, quien subrayó que muchas personas pueden engañar con palabras vacías o manipuladoras.

“Hay quienes hablan sin conectar sus palabras con su inteligencia o su corazón, pero si prestamos atención, podemos conocer la realidad de cada persona”, agregó.

Rodríguez Vega también hizo referencia a la filosofía griega en los tiempos de Jesús, cuando los sofistas utilizaban el discurso solo para convencer, sin importar la verdad. Comparó esta situación con la actualidad, señalando que muchas veces los discursos políticos están llenos de promesas vacías.

“El político no tiene por esencia mentir, pero cuánto bien hace a un pueblo un gobernante que le habla con la verdad”, aseguró. En ese sentido, recordó la enseñanza de Jesús: “El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque la maldad está en su corazón” (Lc 7,45).

Asimismo, enfatizó la importancia de ser sencillos como palomas y prudentes como serpientes, tal como lo enseña el Evangelio (Mt 10,16). “Debemos hablar con sinceridad y prudencia, sin caer en engaños ni permitir que nos manipulen con mentiras o verdades a medias”, advirtió.

El arzobispo advirtió sobre la gran responsabilidad que implica guiar a otros, recordando las palabras del apóstol Santiago:

“No se hagan maestros muchos de ustedes, hermanos míos, sabiendo que nosotros tendremos un juicio más severo” (St 3,1).

También citó a Jesús en el Evangelio de Lucas: “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? No caerán los dos en el hoyo?” (Lc 6,39). En este sentido, recomendó a los fieles primero examinarse a sí mismos antes de corregir a los demás.

“La corrección solo será bien aceptada si antes nos han solicitado nuestra opinión”, añadió. Asimismo, recordó que las acciones hablan más que las palabras: “Cada árbol se conoce por sus frutos” (Lc 6,44).

En vísperas del Miércoles de Ceniza, Rodríguez Vega destacó la importancia de la Cuaresma como un tiempo de preparación espiritual y recordó las prácticas de ayuno, limosna y oración.

“El ayuno y la abstinencia de carne son obligatorios el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, mientras que los demás viernes de Cuaresma nos uniremos con la abstinencia de carne roja”, explicó. Además, instó a evitar comidas ostentosas que contradigan el espíritu de penitencia.

Finalmente, pidió a los fieles intensificar la oración, especialmente por la salud del Papa Francisco, y los exhortó a vivir la Cuaresma con fe, esperanza y amor.

“La Cuaresma es para crecer en santidad”, finalizó.

Texto y foto: Darwin Ail