Los perros son ideales para acompañar a los adultos mayores

El ritmo acelerado que marca nuestro día a día tiene como consecuencia directa la soledad de nuestros mayores. La salud también se ve resentida como resultado de la edad o la posible falta de cuidados. Todo ello, unido a un posible deterioro a nivel psicológico y la disponibilidad total del tiempo, empuja a muchas personas mayores a decidir compartir su vida con una mascota. Un perro puede aportar numerosos beneficios a adultos mayores que sienten la necesidad de sentirse acompañados, queridos y ocupados.
Son muchos los beneficios que aporta elegir un perro como compañero de fatigas, y aunque puede ser positivo a todas las edades, las personas mayores y los niños son los más beneficiados de esa relación. En el caso de los ancianos, al llegar a una determinada edad han perdido muchas de sus facultades básicas, se encuentran solos, o sufren enfermedades de tipo físico o mental, y un perro puede mejorar bastante su calidad de vida. De hecho, tal es la importancia de la figura del perro para mejorar la vida de los mayores, que muchos centros de día y residencias de la tercera edad apuestan por la terapia con estos animales para potenciar su desarrollo físico y mental.
A nivel psicológico, un perro transmite alegría, ilusión y optimismo, a personas que, llegado un determinado momento, pueden haber perdido la motivación para emprender un nuevo día con ánimo. Además, les hace sentirse útiles y con confianza, algo fundamental para las personas mayores.
Un perro hace compañía y, entre otras muchas cosas, evita tener depresiones a la persona mayor que lo cuida. Además, un perro le permite realizar actividades físicas necesarias y saludables para la persona mayor como, por ejemplo, pasear. El adiestrador recomienda que el perro esté educado/adiestrado, pues la convivencia con los humanos y con el resto de congéneres mejora enormemente y se deja manipular mejor.
Un perro les proporciona ciertas obligaciones al tener un ser vivo que depende de ellos, ya que hay que alimentarlo, pasearlo, darle los cuidados higiénicos necesarios, etcétera. “La fidelidad, lealtad y cariño de un perro es algo que puede llenar la vida de su cuidador y la de quienes les rodean”. Además, una persona que se haya quedado sola encuentra compañía y conversación en los parques con los cuidadores de otros animales, comparten experiencias, tienen algo en común, y conocen gente que comparte el amor por los perros, algo que siempre es positivo.

 

Texto y foto: Agencias

 

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