Se pone en riesgo la operación de los programas de la Beneficencia Pública con la implementación del Instituto de Salud para el Bienestar, debido a que podrían desaparecer las cuotas de recuperación con las que se financiaban los programas, las cuales anualmente representan más de 7.5 millones de pesos.
El director de la Administración de la Beneficencia Pública, Orlando Alvarado Rivadeneyra, explicó que el 15 por ciento de las cuotas que recibe el sector salud de los afiliados al Seguro Popular son destinados a la Beneficencia Pública, el 10 por ciento se queda en el estado para apoyos a pacientes que requieren de alguna prótesis dental de cadera o cualquier otro tipo de equipo para sus tratamientos, y el cinco por ciento restante se otorga a la beneficencia federal, recursos que regresan a la entidad al presentar proyectos.
Ante ésta situación crítica que deberán enfrentar, comentó que estarán buscando opciones de financiamiento con la iniciativa privada y diversas instituciones para evitar dejar de apoyar a los pacientes.
Alvarado Rivadeneyra comentó que por el momento continúan trabajando de manera normal, aunque esperan que a finales de mes, con la firma del Insabi se les informe de las reglas de operación y los cambios que traería este nuevo sistema de salud para ver qué tanto estará afectando en la captación de cuotas.
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