Una de sus bebidas la llamaron Champagne Osorno, pero también había la Sidra Águila, como la Negra Pino, y también cebada
En Yucatán hay toda una tradición en torno a la producción de refrescos, muchos de ellos ya desaparecidos, pero de gratos recuerdos para quienes tuvieron la oportunidad de disfrutar de sabores y marcas que ni siquiera teníamos idea de que existieron en nuestra ciudad, como las Gaseosas Tropical, en cuya botella de vidrio aparecía el escudo de Mérida, y las bebidas carbonatadas Osorno.
De esta última marca se dice que competían con la Sidra Pino en el gusto del público por su sabor, en especial existía una bebida a la que le llamaron Champagne Osorno, pero también había la Sidra Águila, que era la equivalente a la Negra Pino, y también cebada, entre una amplia variedad de sabores.
En amena entrevista realizada por Humberto Sanchez Baquedano en 2019 Rubén Caceres Martin, éste reconoce las botellas de vidrio de diferentes marcas que datan de la década de los años 40 a 50 aparecen además de la de la Orange Cruz de color ambar, y la de Delaware Punch que era de uva, una botella de vidrio blanca retorcida y con una etiqueta roja con con la leyenda “Osorno”.
—Yo fui amigo de la hija del dueño —comentó el entrevistado mientras observaba con detenimiento la botella y recordaba la ubicación de la agencia en el centro de Mérida.
Al respecto en la página de Facebook de Tomás Arnabar Gunam, se comparte un escrito de Juan Osorno Medina, quien relata que la fábrica de Refrescos Osorno, tuvo su origen en Champotón, Campeche donde eran embotelladas de forma artesanal por Manuel Osorno Castellanos.
En 1931 abrió una sucursal en la ciudad de Campeche en la calle 10 No. 166, y posteriormente Refrescos Osorno tuvo su primera sucursal en Mérida en el número 498 de la calle 56 entre 59 y 61, a lado de la Ferretería Camilo. Ahí fungió como gerente el primer hijo de Manuel llamado Manuel Osorno Trujeque.
Dado su éxito comercial, Refrescos Osorno llegó a tener también bodegas como expendios en Escárcega, Campeche, Tenosique, Tabasco y en Salto de Agua, Chiapas.
En su línea de productos se distinguía, sobre todo, el “Chapagne Osorno”, cuya botella costaba 30 centavos y que era muy apreciada en las reuniones sociales de aquella época por su delicado sabor a manzana.
También se fabricaban los sabores: Delaware Punch con sabor a uva; Orange Osorno, con sabor a naranja; Sidra Osorno, con sabor a frutas; Cebada Osorno, Ginger Ale Osorno, Agua Mineral Osorno y Sidra Águila que en esta región muchos identifican como sabor “negra”, pero que no es otra cosa que esencia de plátano. En esta fábrica se llegó a envasar el Orange Crush,
La fábrica no resistió la política de apertura del gobierno a capitales extranjeros que permitieron la entrada de las grandes refresqueras transnacionales a esta región y a la práctica de dichas empresas de aceptar a cambio las botellas de los fabricantes locales, tales como Osorno, Zitro y Pino, por las de su marca y destruyendo las botellas recolectadas de la competencia. Esto arruinó financieramente a las primeras dos marcas al no poder con el gasto de reposición de envases y se fueron a la quiebra a finales de los años 40´s.
De las fábricas locales solo se sostuvo la embotelladora Pino quien se vio forzada, mientras se instalaban las embotelladoras extranjeras en esta zona, a maquilar las marcas de ellos al mismo tiempo que las suyas. Al final la Sidra Pino acabó quebrando también.
Manuel Osorno Castellanos después de cerrar la fábrica se retiró a otros proyectos en Tenosique, Tabasco lejos de su querido Campeche. Falleció en la ciudad de Mérida, víctima de una añeja afección cardíaca, el 21 de abril del año 1951 a la edad de 70 años.
Texto y fotos: Manuel Pool / Cortesía