Los Vales Castillo: larga tradición en el comercio

Agustín Vales y su hijo homónimo, Vales Millet, crean en 1906 la Cámara de Comercio de Mérida. Son banqueros; el primero dona parte de la construcción del hospital O’Horán y el segundo apoya a asilo

La familia Vales ocupa un lugar muy especial en la sociedad yucateca ya que cuenta con una larga trayectoria vinculada a la vida comercial industrial y bancaria del estado.  En la calle 65 entre 54 y 56, donde en la actualidad se encuentra la entrada del Centro Comercial Cuevas, se encontraba la bodega de maderas y materiales de Agustín Vales Castillo y de los Vales Millet, sucesores de Carlos Vales.

En la obra Mérida en los años veinte de Francisco D. Montejo Baqueiro, se recuerda que fue un incendio de grandes proporciones, de los más devastadores, que entre los 11 establecimientos que consumió se encontraba la negociación de Vales Castillo quien en 1906, junto con su hijo Agustín Vales Millet fueron fundadores de la Cámara de Comercio de Mérida y en su  momento, ocuparon la presidencia de tan importante agrupación.

Ambos se caracterizaron por apoyar  diversas causas sociales, en este aspecto es muy recordado que Agustín Vales Castillo donó en el año de 1902 la cantidad de 25 mil pesos para la construcción del Hospital O’Horán, mientras que Vales Millet fue benefactor de varias instituciones, entre ellas el Asilo para Ancianos de San Cristóbal.

Agustín Vales Millet, en 1908 formó parte de la directiva fundadora del Banco Peninsular Mexicano y en el transcurso de las siguientes décadas, conjuntamente con sus hijos, creó importantes empresas como Embotelladora Peninsular, S.A. y la Compañía Industrial Maderera de Campeche, S.A.

En 1938 ocupó la presidencia de la Cámara de Comercio de Mérida y para entonces ya era considerado una personalidad en el campo de los negocios. Sucedió a su padre en la dirección de Negociación Mercantil, S.A. y de la Compañía Harinera del Golfo, que llegó a tener molinos en Tampico y Saltillo.

También incursionó en la empresa relacionada con el servicio de tranvías dio un gran impulso a la Compañía Harinera Peninsular, fue socio fundador de la Aseguradora La Peninsular, propietario de varias haciendas henequeneras, entre ellas la hacienda Carolina.

En compañía de Arturo Ponce Cámara, Rafael C. Torres y otros hombres de empresa, fundó en 1934 el Banco de Yucatán, del que fue varias veces presidente del Consejo de Administración, cargo que ocupaba al morir el 22 de junio de 1962.

Importante es destacar que la casa que ocupó esta familia por muchos años en el Paseo de Montejo, entre la calle 35 y la avenida Pérez Ponce es uno de los tesoros arquitectónicos que testimonian el esplendor económico que alcanzó la capital yucateca en los inicios del siglo XX.

En la página Yucatán pasado y presente, el abogado Carlos Barrera Jure, destacó que la mansión de estilo neoclásico, que combina la simetría en la fachada y la presencia de sobrias columnatas de características dóricas, desde marzo de 1995 es sede corporativa de una institución bancaria.

La Casona se terminó de construir en el año de 1908 y fue adquirida el 4 de febrero de 1914 por Agustín Vales Castillo (fallecido en 1938 y casado con María Cristina Millet Hübbe, 1862-1945), quien la cedió como obsequio de bodas a su hijo Carlos Vales Millet (murió el 4 de diciembre de 1958), el 30 de mayo de 1916, en virtud de que un año antes había contraído matrimonio con la señorita Rosa Cámara Zaldívar.

El primogénito de la familia Vales Cámara fue el último descendiente que disfrutó el palacete antes de ser adquirido por el organismo financiero, que lo remozó y adecuó a sus necesidades.

Carlos Vales Cámara, junto con su esposa, Margarita De la Fuente Oliver e hijo Eduardo, vivieron ahí por espacio de seis meses antes de entregarlo a sus nuevos dueños, cerrando con ello una página importante de la historia de la familia Vales Millet.

Texto: Manuel Pool Moguel

Fotos: Cortesía

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