TICUL.- Después del inicio de la pandemia del covid 19, y a casi cinco años, en la ciudad de Ticul, las decenas de fábrica de calzado atraviesan por una difícil situación y no tienen ningún tipo de apoyo para comercializar el producto que ellos elaboran y que se caracteriza mayormente por la fabricación de zapatos para dama, aunque también realizan para niños y caballeros.
Se destaca el hecho de que antes de la pandemia era común ver el arribo de autobuses que traían turismo de compra y que venían a adquirir calzado al mayoreo para llevarlos a vender al menudeo en diferentes lugares como Tabasco, Chiapas y Veracruz.
Actualmente no hay instancias oficiales que ayuden a las decenas de fábricas de calzado que operan en la ciudad de Ticul esto para mejorar su comercialización y atraviesan por una crisis y que cada quien está comercializando el producto de acuerdo a sus recursos y posibilidades.
Algunas fábricas de calzado en pequeño opinan que no tienen ningún tipo de ayuda o subsidio de algún tipo de gobierno tanto municipales o estatal y que ojalá hubieran ayuda para ese sector productivo que caracteriza y distingue a Ticul como las urbe zapatera.
En una entrevista publicada hace unas semanas, la diputada electa por la cuota indígena por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Neyda Pat Dzul, señaló que urge quitarle la clasificación de zona industrial ya que los zapatos son artesanales y al lograr esto hasta se obtendrían más apoyos. Las cientos de familias que se dedican a la fabricación de zapatos en el sur del estado carecen de apoyos para reactivar su economía tan golpeada por la inflación que ha dejado la pandemia.
Texto y foto: Bernardino Paz