Los trabajadores del sector no logran recuperarse de los efectos del covid, y lamentan que las autoridades municipales no les apoyen para mejorar su economía
TICUL.- Las cientos de familias que se dedican a la fabricación de zapatos en el sur del estado carecen de apoyos para reactivar su economía tan golpeada por la inflación que ha dejado la pandemia.
Ticul es el municipio conocido como la “urbe zapatera”, por su tradición en la elaboración del calzado, que hasta antes de la pandemia llegaban autobuses provenientes de otros estado del país, para comprarlo.
Los compradores o turistas nacionales, locales o internacionales llegaban en diversos tipos de transporte, para llevarse cajas de los zapatos elaborados prácticamente de forma artesanal.
Los zapateros de Ticul aún no llegan a esa bonanza que se tenían antes de la pandemia, pero lo lamentable es que la autoridad municipal no solo no los ha ayudado, sino que demuestra su incapacidad para reactivar proyectos viables para la comercialización del calzado fabricado en Ticul.
Varios fabricantes de calzado siguen arriesgando sus vidas llevando su producto a vender a Tabasco, Chiapas u otros estados, varios de ellos ya han reportado asaltos, incluso se ha sabido de muertes a manos de la delincuencia que acecha en las carreteras.
El motor económico de Ticul del cual dependen cientos de familias es la industria zapatera, así como también la alfarera, sin descartar el comercio y la agricultura. Los zapateros esperan urgente la ayuda de las autoridades para canalizar la comercialización de sus productos.
Texto y foto: Bernardino Paz