Mal año para los gobernantes

Si en años anteriores los asuntos políticos destacaban por las irregularidades electorales, las denuncias de eventuales fraude electorales, las acusaciones que se lanzaban unos y otros personajes, además del los debates sobre posibles y reales reformas constitucionales, 2016 se significa por las acciones persecutorias de la justicia en contra de ex gobernadores. Dos ex gobernadores prófugos y uno más de recién ingreso a prisión son el saldo de
políticos investigados por una serie de ilícitos y daños contra el erario y beneficios para ellos. Hacía mucho
tiempo que no se producía un evento de esa naturaleza en lo tocante a lo político y nunca en contra de ex gobernantes, sin importar el partido a que pertenezcan. Es cierto que en el pasado se actuó judicialmente en
contra de Félix Barra, ex secretario de la Reforma Agraria; Fausto Cantú Peña, ex director de INMECAFE, Eugenio Méndez Docurro, ex secretario de Comunicaciones y Transportes, además de Jorge Díaz Serrano, ex director de PEMEX y Arturo Durazo Moreno, ex jefe de la policía capitalina, entre otros, pero la persecución contra ex gobernadores es sumamente novedosa. Javier Duarte de Ochoa, ex mandatario de Veracruz, prófugo y Guillermo Padrés Elías, ex gobernador de Sonora, en la cárcel, fueron las novedades del presente año. Los dos ex gobernadores perdieron para sus partidos los comicios celebrados en Sonora 2015 y Veracruz 2016, entidades en las que el PRI recuperó la administración estatal en el caso de Sonora y el PAN conquistó por vez primera Veracruz. Pero lo interesante de esto es que se encuentran varios ex gobernadores en capilla y en cualquier momento se podría ejercitar orden de aprehensión en su contra. Si hoy Tomás Yarrington y Javier Duarte son catalogados como prófugos de la justicia
y se encarceló a Padrés Elías, otros ex mandatarios, casi todos de filiación priista, acabarían de la misma
forma sus días. Zacatecas y Tlaxcala se mantuvieron como reductos priistas con las victorias de Alejandro Tello Cristerna y Marco Antonio Mena Rodríguez, respectivamente. Hidalgo es uno de los pocos estados del país que mantiene el invito del PRI en sus gobiernos estatales y Omar Fayad Meneses consiguió ese propósito. Dentro de los candidatos derrotados, varios de ellos no lo esperaban, como es el caso de la senadora priista Blanca Alcalá en
Puebla, el también senador tricolor Héctor Yunes en Veracruz. El alcalde de Solidaridad (Playa del Carmen),
Mauricio Góngora en Quintana Roo; el presidente municipal de Ciudad Juárez Enrique Serrano en Chihuahua; el diputado federal priista Baltasar Hinojosa Ochoa en Tamaulipas; el diputado federal perredista José Antonio Estefan Garfias en Oaxaca; el senador perredista David Monreal Ávila; el ex cantante panista Francisco Javier Berganza en Hidalgo y la senadora perredista Lorena Cuéllar Cisneros en Tlaxcala. En el caso de los alcaldes con licencia, la mayoría de ellos tuvieron la suficiente vergüenza de no regresar a esas funciones.

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