Manifestantes chocan con la policía en la protesta por la matanza de Tlatelolco

La histórica marcha anual para conmemorar la matanza de estudiantes en Tlatelolco del 2 de octubre de 1968 se encendió al final de la tarde con choques entre manifestantes y policías a su llegada al Zócalo de Ciudad de México.

Las protestas en la capital mexicana, que lucía tapiada en su recorrido para protegerse de los daños, fueron evolucionando en su avance desde saqueos y algunas hogueras aisladas hasta enfrentamientos con las fuerzas del orden, que estaban equipadas con el uniforme antimotines y han respondido con gas lacrimógeno.

La manifestación marchó desde la Plaza de las Tres Culturas hasta Palacio Nacional. En el camino, locales de tiendas de alimentación que sufrieron saqueos, los manifestantes encendieron hogueras aisladas en Eje Central y las calles paralizadas al tráfico quedaron marcadas con pintadas con las consignas de la marcha.

Al llegar a un Zócalo que los esperaba con la bandera a media asta por los estudiantes asesinados, un grupo de encapuchados se enfrentó con la policía que resguardaba el lugar.

Entre vítores, lanzaron objetos, petardos y hasta bombas molotov. Los agentes contuvieron los incendios con extintores y lanzaron gas lacrimógeno que inundó la plaza. La tensión escaló y ambos grupos pasaron a los golpes, mientras algunos manifestantes consiguieron quitar escudos y cascos a los antidisturbios. La organización Brigada Humanitaria de Paz Marabunta tuvo que intervenir para frenar los enfrentamientos y atender a algunos manifestantes, que terminaron ensangrentados y heridos.

A medida que las protestas avanzaron hacia el corazón de la capital, algunos manifestantes golpearon persianas y consiguieron entrar en algunos comercios, como tiendas de conveniencia y hasta en una joyería.

De un supermercado salieron los encapuchados para repartir el contenido de cajas de alimentos entre los asistentes. Algunas vidrieras de comercio en la ruta estallaron en mil pedazos. Los bloques más reaccionarios de la marcha prendieron fuego a botes de basura en el Centro Histórico.

El Comité 68 Pro Libertades Democráticas convoca cada año la manifestación por la memoria de los estudiantes asesinados en el episodio más oscuro de represión política de la historia de México. Entre sus demandas, piden el acceso pleno a la verdad y la justicia por esa masacre -cuya cifra oficial de muertos ha sido abiertamente cuestionada- y otros crímenes registrados durante la Guerra Sucia.

A la marcha se han sumado a lo largo de los años otros colectivos que exigen justicia, como es el caso de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa en 2014, con la defensa de las normales rurales, la protección de los derechos de los pueblos originarios y, en especial este año, la solidaridad con Palestina.

Unas horas antes de que arrancara el contingente, la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, rindió homenaje a las víctimas de 1968 desde el conjunto habitacional Tlatelolco.

“Este gran movimiento estudiantil está vivo”, subrayó en su discurso sobre el impacto de la matanza en el resto de luchas sociales mexicanas.

Brugada aprovechó su discurso para hacer un pronunciamiento por Palestina, después de que se organizara una manifestación este miércoles para pedir la liberación de los mexicanos detenidos por Israel que viajaban a bordo de la Global Sumud Flotilla.

“Nos pronunciamos por el derecho de Palestina de ser un país libre y soberano. Ante el dolor, el horror bélico y los atropellos, nuestra ciudad, siempre pacifista, estará al lado de las personas, de las niñas y los niños, de los ancianos y de las madres, de las víctimas, de las y los trabajadores, de las y los oprimidos que tienen derecho a construir su propio destino, como nos enseñaron las y los jóvenes del 68”, finalizó.

Texto y foto: Agencias