Mantienen bloqueo en la zona arqueológica de Chichén Itzá por segundo día consecutivo

Sin visos de solución se encuentra el bloqueo que, desde las 7:00 horas del lunes, artesanos, guías de turistas y ejidatarios, mantienen en los alrededores de la zona arqueológica de Chichén Itzá.

Por el contrario, todo parece indicar que podría agravarse el panorama, ya que mientras que el Inah respalda la permanencia en funciones del director del sitio, Marco Antonio Santos Ramírez, el dirigente en Yucatán de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (Cioac), Arturo Ciau Puc, dijo que ya recibieron el apoyo a nivel nacional de dicha agrupación para que, en su momento, se tomen las instalaciones del mismo Inah.

Esto en demanda de que Santos Ramírez sea sustituido en su cargo, ya que lo acusan de tener actitudes prepotentes y discriminatorias en contra de la comunidad maya que labora en el lugar, pues aseguran que no los deja trabajar.

Como ayer publicamos, la dependencia federal emitió un comunicado en el que señala a los manifestantes incurrir en una serie de acciones que van desde la venta clandestina de permisos para ejercer el comercio de forma ambulante dentro y fuera de la zona arqueológica, así como la reventa de accesos al sitio a través de los dos grupos de guías que tienen bajo su control, además de que recalca la intención de deforestar áreas verdes para abrir estacionamientos y cobrar por el servicio y la presencia de niños que enganchan a los turistas, lo que consideran trabajo infantil.

Esto no gustó al dirigente de la Cioac en Yucatán, quien ayer por la mañana en una intervención en el plantón, dijo que lejos de buscar una solución, ahora la posición del Inah es buscar culpables en todos los comunicados que están haciendo.

“Hoy hemos tomado la decisión de seguir con el bloqueo para tratar de recuperar Chichén Itzá, aunque lamentamos que afecte a terceros’’, indicó Ciau Puc, quien funge como mediador entre los representantes de 14 comunidades indígenas de la región.

Al respecto el delegado del Centro Inah Yucatán, José Arturo Chab Cárdenas, aseguró que la dependencia a su cargo no destituirá a Santos Ramírez y será respetuoso de las manifestaciones de guías de turistas, artesanos, vendedores y ejidatarios de comunidades aledañas.

En el transcurso del día, emitió un comunicado en el que se informó que la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, permanecerá abierta realizando sus actividades en el sitio arqueológico patrimonio de la humanidad.

Ayer, en entrevista con “Aristegui Noticias en Vivo” el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), Diego Prieto Hernández, dijo que el Sitio Arqueológico de Chichén Itzá funciona con normalidad, aunque se mantiene bloqueado un tramo de la carretera.

Prieto Hernández sostuvo que la petición de remover al director se debe a que los inconformes se oponen a la propuesta de ordenamiento de las actividades de comercio que se realizan en el lugar, ya que se ha restringido el paso a vendedores ambulantes esto a partir de las quejas constantes de los visitantes.

Respecto a los señalamientos de malos manejos al permitir la entrada de turistas a zonas restringidas, Prieto Hernández recomendó a las autoridades del recinto que interpongan una denuncia penal por calumnia y daño moral.

A pesar de todo dijo que la dependencia mantiene un diálogo con las personas involucradas, e incluso informó que este martes se llevaría a cabo una reunión con los grupos que protestan, junto con la Secretaría de Gobernación (Segob), Fonatur, el Inah y el gobierno de Yucatán.

Por lo pronto ayer se reportó que los pocos visitantes que estuvieron en la Zona Arqueológica eran huéspedes de los cinco hoteles que están en la zona y alrededores de Chichén Itzá.

Mientras que el presidente del movimiento Transportistas Organizados Unidos de la Riviera (Tour), José Cuauhtémoc Bizarro Galván, declaró a un medio digital de Quintana Roo que con este bloqueo se han causado demoras de por lo menos una hora en los tiempos de traslado, además de molestias entre los turistas, quienes son obligados a caminar desde el punto de la manifestación hasta la zona arqueológica donde permanecían 50 elementos de la Guardia Nacional que custodiaban las instalaciones federales del sitio. 

Texto y foto: Manuel Pool