Marchan por justicia a un mes del asesinato del padre Marcelo Pérez

Cientos de habitantes de comunidades indígenas del estado de Chiapas, en el sureste de México, se manifestaron este domingo para exigir justicia, a un mes del asesinato del padre y activista Marcelo Pérez Pérez, y demandaron paz ante la creciente violencia en la región.

“Que se busquen los caminos de paz en Chiapas, que no se busque la paz controlada por un crimen o por un régimen de algún grupo de narco, sino la paz verdadera, que en verdad los pueblos tengan libertad”, expresó a EFE el padre José Elías Hernández.

Hernández, cura de la parroquia San Pedro, señaló que el Gobierno de México “debe de buscar esas condiciones de pacificación de las zonas de la frontera de la Sierra, los Altos y toda región de Chiapas, para que haya esta paz verdadera”.

La marcha fue convocada en respuesta a la violencia generalizada en la entidad, a 35 días del asesinato del padre Pérez, quien fue atacado a balazos el pasado 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas, una ciudad turística chiapaneca.

El sacerdote de la etnia tzotzil, conocido como padre Marcelo, dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos y a la lucha contra la violencia generada por los carteles del narcotráfico en la frontera sur de México.

El contingente fue encabezado por mujeres y hombres, junto con niñas, niños y adolescentes, quienes portaban cruces con listones blancos, banderas con la leyenda de “paz”, y algunos llevaban la fotografía del padre Marcelo.

Bajo el grito de “Basta de asesinatos en Chiapas” y música tradicional y de viento, los manifestantes ataviados con sus trajes típicos caminaron unos 2 kilómetros por las calles de la localidad de Chalchihuitan, asentada entre las montañas de la zona Altos, a dos horas de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas.

Asimismo, demandaron la voluntad política del gobierno municipal, estatal y federal para poner fin a la violencia que ha afectado gravemente a las comunidades, pueblos rurales y ciudades de Chiapas en los últimos meses.

Texto y foto: EFE