Por temor a la marea roja, el público ha dejado de comprar pescados y mariscos de manera considerable en el mercado municipal de Mérida, donde los locatarios reportan una baja de entre 50 y 60% en sus ventas.
Al respecto, Josué Acosta Caamal, de la pescadería “Costa Azul”, explicó que cada año se presenta este fenómeno, aunque en ocasiones pasa desapercibido porque no florece con tanta intensidad: “en esta ocasión está llegando con mucha fuerza”.
“Esto nos afecta en nuestras ventas porque la gente tiene miedo de comprar pescados y mariscos. Piensan que les vamos a vender producto en mal estado, de los que recalan moribundos o muertos en la playa, o capturados en la zona donde hay marea roja, pero no es así”, subrayó.
Al igual que su vecina de puesto, la señora Virginia Medina, el comerciante recalcó que quienes tienen un negocio deben cuidar su prestigio y la salud de su clientela. Por ello, pidieron a la población tener confianza en que el producto que se ofrece en estas pescaderías es de calidad, ya que se captura en aguas abiertas, lejos de la costa afectada por la marea roja.
“Por eso se observa que hay muchos peces recalando cerca de las playas”, dijo Acosta, quien lamentó que la información difundida en redes sociales sobre la marea roja se haya manejado de manera alarmista y amarillista.
“Es lamentable que por vender una noticia se afecte a negocios como las pescaderías y también a quienes trabajan en restaurantes en las playas y dependen del turismo”, recalcó.
La señora Medina agregó que, aunque la clientela sigue acudiendo al mercado, las compras han disminuido notablemente por el temor de adquirir producto de mala calidad. “Lo que nosotros ofrecemos es de lo mejor, invitamos al público a venir a revisarlo. Lo importante es que no consuman el pescado que recala en las playas”, enfatizó.
“Nosotros recibimos producto capturado en alta mar y verificado antes de venderlo. No nos conviene quedar mal con la clientela que hemos atendido durante años”, aseguró.
En el mismo sentido se pronunció Javier Caamal, de la pescadería Sosa, quien señaló que actualmente no adquieren producto de Chuburná Puerto ni de Chelem, por ser zonas donde se ha detectado la marea roja.
Los comerciantes coincidieron en que, apenas llegue un mal tiempo con vientos y fuertes corrientes, la mancha de marea roja se disolverá, lo cual estiman que podría ocurrir en dos o tres semanas. “Después de eso nos llevará otras tres semanas recuperar la confianza del público, pero es importante que sepan que ahora tenemos precios estables”, dijo la señora Medina.
Entre los precios actuales, destacó que el kilo de filete de pescado cuesta 140 pesos, las cabezas de pescado 80 pesos y el cazón 90 pesos el kilo.
Por su parte, Josué Acosta subrayó que el kilo de pulpo se vende, según el tamaño, entre 140 y 150 pesos, un precio mucho más barato que hace unos meses, cuando estaba en veda. “En estos momentos resulta más conveniente comprar pulpo que otros mariscos similares como el calamar”, puntualizó.
Texto y foto: Manuel Pool




