El presidente turco Recep Tayyip Erdogan señala que 105 mil 505 personas resultaron heridas en los terremotos del 6 de febrero centrados en Kahramanmaras
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció el que 35 mil 418 personas han muerto como resultado de los terremotos de la semana pasada, que de esa manera es el peor desastre de su tipo desde la fundación del país hace 100 años.
Añadió que 105 mil 505 personas resultaron heridas en los terremotos del 6 de febrero centrados en Kahramanmaras.
Erdogan hizo declaraciones en Ankara después de una reunión de gabinete de cinco horas en la sede de la agencia de desastres Afad.
En tanto, agencias humanitarias y gobiernos redoblaban sus esfuerzos por enviar ayuda a las zonas de Siria y Turquía afectadas por terremotos, mientras los rescatistas seguían sacando sobrevivientes de entre las ruinas más de 200 horas después de que la devastación se abatiera sobre la región.
La política afectaba a los esfuerzos para enviar ayuda mientras muchos sobrevivientes seguían esperando carpas y dormían al raso en pleno invierno. Las iniciativas para ayudar a los sobrevivientes y contar los muertos y heridos en Siria se veían empañadas por las divisiones persistentes tras 12 años de guerra civil.
Naciones Unidas anunció un acuerdo con Damasco para llevar ayuda de la ONU por dos pasos fronterizos más desde Turquía a las zonas bajo control rebelde en el noroeste de Siria, lo que probablemente ayudaría en el corto plazo.
La cifra de muertes en Turquía superó la de 33 mil en el gran terremoto de Erzincan en 1939.
En la región rebelde en el noroeste de Siria se reportaron 2 mil 166 muertes, según el grupo rescatista Cascos blancos, mientras que más de mil 400 personas murieron en zonas sirias controladas por el gobierno, según el Ministerio sirio de Salud.
Se da por hecho que la cifra seguiría subiendo conforme avanzara la búsqueda de víctimas de los sismos de magnitud 7.8 y 7.5, que golpearon el sureste de Turquía y el norte de Siria con nueve horas de diferencia. Mientras tanto, se acababa el tiempo para encontrar sobrevivientes.
En la provincia de Adiyaman, los rescatistas llegaron hasta Muhammed Cafer Cetin, de 18 años. Los médicos le colocaron una vía intravenosa con fluido antes de intentar la peligrosa extracción de un edificio que seguía desmoronándose mientras trabajaban los rescatistas.
Texto y foto: Agencias