Por: Rodrigo Aguilar
Alguna vez en debate con un aficionado culé, en su cancha, me decía en tono de burla que cómo era posible que en el futbol mexicano pudiera coronarse como campeón un equipo que no terminó como súper líder del torneo o más aún si terminó en sexto u octavo lugar de la tabla; inconcebible para él y para sus cánones.
Por supuesto le di la razón pero argumenté que existen muchas diferencias entre la liga española y la mexicana y una de ellas es la distancia entre los clubes grandes como el Madrid y el Barcelona respecto al nivel de los demás los cuales, quedan excluidos, desde el inicio y para siempre, de la posibilidad de disputar un campeonato y eso le resta emoción a su participación. Un puñado de equipos como el Atlético, Sevilla, Valencia, el Bilbao, entre otros, aspiran a clasificar a copas europeas, que no es poca cosa, pero ese es realmente su triunfo.
Tras los cuartos de final de la Liga Mx han quedado fuera los cuatro primeros lugares del campeonato, equipos sólidos que mantuvieron su nivel en la competencia (Santos, León, Tigres y Querétaro) y siguen con vida en las semifinales equipos que ocuparon las posiciones 5. 6, 7 y 8: Necaxa, América, Morelia y Monterrey, uno de ellos será el próximo campeón del Torneo Apertura 2019.
No será la primera vez que esto ocurra, el futbol mexicano guarda grandes historias de equipos que han logrado meterse casi de panzazo a la “fiesta grande” y terminan levantando la copa porque hicieron una buena Liguilla, porque saben que se juega diferente.
Con partidos emocionantes, con volteretas y polémica incluida y sobretodo con muchos goles, como los de estos cuartos de final, la Liguilla del futbol mexicano demuestra que no es un formato agotado y que, por injusta que parezca, es un “mini torneo” que gusta, convence y vende. ¡Más Liguillas como esta!