El el VAR corrigió al árbitro en el 0-1 del Barcelona rozándose el descanso, y el VAR volvió a corregirle en el 1-1 que no fue acercándose al final. El líder, que habría podido perder de no existir el VAR, ganó un partido indispensable gracias a él… Porque Gil Manzano anuló el remate de Raphinha primero y dio validez al de Iñaki Williams después para tener que corregirse a si mismo.
Y todo ello en plena tormenta, con el club azulgrana en el disparadero y descubriendo en Bilbao un desprecio no recordado por parte de la afición. El caso Negreira, que todavía ni fue admitido a trámite por un juez, ya ha sido juzgado en las redes sociales, en no pocos medios de comunicación y por el mundo del fútbol en general.
Y el Barça es a ojos de todo el mundo culpable. Sin saberse qué pasó ni adonde fueron a parar esos 7.3 millones de euros que durante casi 18 años le pagó al que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Arbitros, el club azulgrana ya carga con el peso de ser considerado un club que compró a los árbitros durante tantos años que sus éxitos, brillantes o no, los han puesto en entredicho.
El Barcelona recibirá al Real Madrid con nueve puntos de ventaja después de conquistar una victoria tan solvente como excepcional (por su importancia) en Bilbao, frente a un Athletic muy intenso pero inferior. Le valió con el gol de Raphinha rozándose el descanso para apagar el ánimo de los leones y su afición.
Texto y foto: Agencias