Brasil vivió una nueva tragedia escolar, la segunda en diez días, con el asesinato de cuatro niños a manos de un hombre de 25 años con un hacha en una escuela infantil de la ciudad de Blumenau, en el sur del país.
El asaltante, que se entregó a las autoridades tras el ataque, hirió además a otros cuatro menores, que tuvieron pasar por el quirófano, aunque están fuera de peligro con un cuadro clínico “estable”, según informaron fuentes oficiales y médicas.
Las víctimas mortales son tres niños y una niña de hasta siete años de edad, según medios locales. “Todos eran hijos únicos”, afirmó el alcalde de Blumenau, Mário Hildebrandt, en rueda de prensa.
El suceso ocurrió sobre las 9.00 hora local (12.00 GMT) en la guardería y colegio infantil Cantinho Bom Pastor, un centro privado, en el que había 40 niños en su interior.
El agresor, identificado como Luiz Henrique de Lima y quien tenía antecedentes penales, llegó en moto, saltó el muro de la escuela y comenzó a atacar a los niños de forma aleatoria con un hacha pequeña, según la versión oficial.
Posteriormente, huyó saltando de nuevo el muro por el que había entrado y se entregó en un cuartel de la Policía Militar cercano. Desde entonces, se ha mantenido en silencio.
Simone Aparecida, una de las profesoras del centro, relató a una televisión local que fue alertada por una colega y que encerró a un grupo de bebés a su cargo en el baño para evitar ser vistos por el asaltante, quien, según ella, se dirigió al patio de juegos, donde unos menores realizaban una ronda de conversación.
Las autoridades brasileñas han abierto una investigación para esclarecer los motivos del ataque cometido por De Lima, fichado por la Policía por, entre 2016 y 2022, protagonizar una pelea en un burdel, apuñalar a su padrastro y al perro de este y por tenencia de cocaína.
Esperan que a partir de la pericia de su teléfono móvil y de sus redes sociales puedan averiguar las circunstancias de este atentado “aislado” y “puntual”, según Ulisses Gabriel, comisario general de la Policía Civil regional.
La Alcaldía de Blumenau, un tranquilo municipio de cerca de 400,000 habitantes en el estado de Santa Catarina, conocido por ser un lugar donde se asentaron migrantes alemanes, suspendió las clases de la red pública ayer y hoy, y recomendó lo propio a los centros privados.
El gobernador de Santa Catarina, Jorginho Mello, decretó luto oficial de tres días en el estado.
CONDENA UNÁNIME
Las reacciones a este nuevo ataque contra una escuela llegaron desde todos los sectores políticos.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue uno de los primeros en pronunciarse sobre esta nueva tragedia que calificó de “monstruosidad”. “No hay dolor mayor que el de una familia que pierde a sus hijos o nietos, aún más en un acto de violencia contra niños inocentes e indefensos”.
Texto y foto: Agencias