El Brexit sigue encerrado en un callejón sin salida. Ninguna de las ocho propuestas alternativas para desbloquear la salida británica de la Unión Europea logró la mayoría ayer en una votación en el Parlamento en Londres. Con la premier Theresa May cada vez más presionada, crece la tensión y la incertidumbre.
Las opciones con más apoyos fueron la convocatoria de un referéndum para ratificar un eventual acuerdo, que obtuvo 295 votos en contra y 268 a favor, y negociar una unión aduanera con la Unión Europea (UE), con 272 votos en contra y 264 a favor.
Los diputados de la Cámara de los Comunes tomaron el control de la agenda parlamentaria esta semana para convocar la votación de anoche, una prerrogativa reservada habitualmente al Gobierno.
A pesar de que la sesión de este miércoles no arrojó ningún resultado concluyente, los parlamentarios han dejado la puerta abierta a que el próximo lunes se convoque una segunda ronda de votaciones para tratar de que alguna opción logre el respaldo mayoritario.
Las votaciones son, en cualquier caso, no vinculantes para el gobierno, y la primera ministra ya ha advertido que no cumplirá ninguna indicación del Parlamento que vaya en contra de la negociación que ha mantenido con Bruselas en los últimos dos años. Las posibilidades que había propuesto el ala más euroescéptica de los conservadores estuvieron entre las menos votadas.
Abandonar la UE sin un acuerdo el próximo 12 abril recibió solo 100 apoyos, y la misma opción, pero con un tratado temporal para comerciar con la Unión sin tarifas, 139.
Un plan para cancelar el Brexit en caso de que no se logre ratificar un acuerdo tampoco se acercó a una mayoría parlamentaria: 184 diputados se mostraron a favor y 293 en contra.
Con todo, la opción menos respaldada fue permanecer en el mercado único comunitario, lo que implicaría mantener la libre circulación de ciudadanos europeos en el Reino Unido. Esa opción recibió 65 votos a favor y 377 en contra.
El ministro para el brexit, Steve Barclay, sostuvo que el resultado de la votación “fortalece el punto de vista de que el acuerdo que ha negociado el Gobierno es la mejor opción”.
El tratado de salida sellado con Bruselas, sin embargo, tampoco cuenta por ahora con una mayoría parlamentaria asegurada que lo respalde.
Lo único que había logrado aprobar este miércoles el Parlamento fue un aplazamiento del brexit, que sería hasta el 22 de mayo, si se aprobara el acuerdo de salida, o hasta el 12 de abril si no refrenda un pacto.
Más temprano, la acorralada primera ministra Theresa May había ofrecido renunciar al cargo a cambio de que apoyaran su plan para la salida de la UE, rechazado ya dos veces en el Parlamento británico.
May dio un discurso ante su grupo parlamentario, conocido como comité 1922, mientras la Cámara de los Comunes debatía varias vías alternativas en el proceso de “brexit” que se votarán a última hora.
En la reunión con sus colegas, la líder conservadora, que el año pasado superó una moción de censura interna y otra de la oposición en el Parlamento, se jugó su última carta para lograr que el sector crítico, especialmente los euroescépticos, respaldara el tratado ratificado el pasado 25 de noviembre por los Veintisiete.
Texto y fotos: Agencias