El mandatario saliente despide sus apariciones en la icónica conferencia, donde hace un balance sexenal y rifa un reloj entre los reporteros
Ayer fue el último día en el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México. El mandatario saliente se despidió durante su conferencia Mañanera en la que ya no respondió a preguntas de los reporteros y donde hizo balance de su sexenio; también promulgó la reforma que traspasa el control de la Guardia Nacional al ejército y la que reconoce los derechos de los pueblos indígenas, y rifó su reloj de mano entre los periodistas de la fuente presidencial. En un momento emotivo, le mostraron el video de una canción que su esposa, Beatriz Gutiérrez, y un grupo de cantantes le hicieron como homenaje. López Obrador se conmovió y lloró un poco. El presidente, de 70 años y líder indiscutible de la izquierda mexicana, se ha negado a ser un pato cojo en el último tramo de su gestión y se ha mantenido vigente en la conversación pública hasta el último minuto.
López Obrador agradeció a Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, a quien entregará hoy el poder, por darle su lugar en la arena política. “Me siento muy satisfecho por el trato de la presidenta hacia mí, respetuoso hasta el final, lo que demuestra su gran condición humana”, dijo el mandatario. “Porque cualquier otro acomplejado, hombre o mujer, lo primero que hubiese hecho hubiese sido negarme o empezar con indirectas a cuestionar lo que hemos conseguido entre todos para diferenciarse, pintar su raya, o con golpes espectaculares, ¿sí se acuerdan, no?, en la historia de las sucesiones, para que la gente diga: ‘Ahora sí viene el cambio”, detalló. Durante la campaña, uno de los principales cuestionamientos a Sheinbaum era qué tanto se distinguiría de López Obrador, que ha sido su mentor político. Sheinbaum respondía a los señalamientos con el argumento de que imprimiría un sello propio al proyecto izquierdista en el que militan ambos.
El mandatario saliente desveló horas más tarde su retrato oficial —una pintura al óleo— y se prepara para entregar este martes la banda presidencial a Sheinbaum, en una ceremonia protocolaria en la Cámara de Diputados. “Me voy muy contento también porque voy a entregar mañana (por hoy) la banda presidencial a una mujer excepcional, a una humanista, a una mujer llena de amor, de humildad, de buenos sentimientos. Es difícil que se encuentre en la historia una transición como la que estamos viviendo”, afirmó, en referencia a que la transmisión del poder, entre dos políticos del mismo partido, Morena, se ha dado de manera tersa y sin sobresaltos.
Tres veces candidato presidencial —hasta que conquistó el Ejecutivo en 2018—, exjefe de Gobierno de Ciudad de México, exdirigente del PRD, fundador de Morena y un político con un tesón incansable, capaz de movilizar a miles de personas en las calles, aprovechó su última comparecencia pública con la investidura presidencial para hacer un repaso por los logros de su Administración de casi seis años.
“Me voy muy satisfecho por el cariño de muchos mexicanos, mujeres y hombres, cosa que agradezco de todo corazón”, sostuvo. “Me dediqué a servir al pueblo, me siento muy orgulloso, contento, de que atendimos a todos, escuchamos a todos, respetamos a todos, pero le dimos preferencia a los más necesitados, llevamos a la práctica nuestro principio de que, por el bien de todos, primero los pobres”.
López Obrador destacó la fortaleza del peso frente al dólar, el aumento histórico al salario mínimo, el gasto público en programas sociales y el alza en las remesas enviadas por los mexicanos en EE UU para sus familias; resaltó la reducción de la pobreza a la vez que han aumentado las utilidades de los banqueros. En materia de seguridad, señaló que hubo una disminución en los delitos y que también cayó el índice de letalidad del Ejército, esto es, la cifra de muertes en enfrentamientos. Durante la conferencia, López Obrador promulgó la polémica reforma que convierte a la Guardia Nacional, nacida como un cuerpo de seguridad civil, en un apéndice de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la par del ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.
El presidente obsequió su reloj entre los periodistas que asisten con asiduidad a su Mañanera, a través de una rifa. La canción dedicada al mandatario cuenta su historia como dirigente y conjunta imágenes de su trayectoria, acompañado de miles de simpatizantes en las calles. Entre los asistentes de este lunes también había funcionarios del Gabinete federal. Algunos lloraban de la emoción. El video de la canción cierra con una imagen de López Obrador diciendo que se jubilará en su rancho de Palenque, Chiapas: “Ahora sí, a La Chingada”, dice, riéndose.
Texto y fotos: Agencias