Por: Santiago Pell
En sus últimos dos partidos el Barcelona no ha dado el ancho. Ya no veo al equipo blaugrana de antes. Aun así, aquí existen dos verdades innegables: la primera es que el conjunto sigue ganando, la otra es que, ya sea que ganes por uno o tres goles, ganar es ganar…
Sin embargo, yo opino sobre otros dos factores que dejaré a consideración de usted mi lector: el primero es que este equipo ya no es de 11 jugadores, sino de dos y se llaman Ter Stegen y Lionel Messi. Ustedes me preguntarán: ¿y Suárez, no es un killer? Por supuesto que lo es, y de los mejores, pero sin las asistencias del #10, no metería el mismo número de goles, es más, ni siquiera se acercaría a la cantidad real.
El segundo factor es que, aunque ganar es ganar, en el futbol no puedes depender de un jugador. Y quien diga: “El Barcelona de hoy, no depende de Messi”, ¡está completamente cegado!
En el partido de Champions del Barcelona vs. Dortmund, ¡nadie, pero nadie, puede decir que el equipo jugó bien! Estaban dispersos sin idea de jugadas, como siempre con el balón controlado y sin ir hacia delante. Sus extremos son fantasmas, si Lionel no fuera el mejor falso nueve del mundo, no fungiera como un recuperador más, además de ser goleador nato, el equipo no tendría la mínima oportunidad en UCL.
Se dice que siempre se debe de considerar a un equipo por encima de los jugadores. También que el club los crea y ellos les devuelven el favor con sus goles o talento. Pero haya sido lo que haya sido, y sea lo que sea, la verdad es que Messi está por encima de su club y se le está quedando corto.