El ex gobernador del Estado de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, detalló en exclusiva para Punto Medio el doble beneficio que el proyecto “Metrópolisur” buscaba impulsar con la reubicación del Aeropuerto Internacional de Mérida, y el desarrollo de los terrenos actuales del mismo, en una zona urbana de primer nivel.
-Nosotros teníamos un proyecto que estaba centrado en detonar el desarrollo urbano de la frontera que se genera con el aeropuerto actual. Al mover el aeropuerto se pretendía construir un gran “hub” de carga y al mismo tiempo desarrollar un área urbana de primer nivel -afirmó el exmandatario.
En el marco del debate que hoy se ha abierto en torno a la posible reubicación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Mérida “Manuel Crescencio Rejón”, cabe recordar que Metrópolisur contaba ya con un proyecto definido.
-Fueron varios los preproyectos para sacar adelante este tema. Primero, hubo dos posibles puntos que fueron estudiados para reubicar el aeropuerto. Uno fue hacia el norte, por la comisaría de San Ignacio, en Progreso, y el segundo fue en el poniente, por Hunucmá -recordó Patrón Laviada.
El costo beneficio por la realización de la obra, indicó, estaban sustentados en el proyecto que definió que el mejor lugar para instalar el nuevo aeropuerto sería el poniente de la entidad, en donde ahora se encuentran empresas como la cervecería y todo el terreno industrial.
-La venta del terreno donde hoy se encuentra el aeropuerto nos alcanzaba para construir el nuevo y para desarrollar la unidad habitacional para unificar al sur de la ciudad, y con ello atraer inversiones y fomentar el desarrollo del sur que hoy se ve imposibilitado para ello -manifestó el entrevistado.La terminal aérea de Mérida cuenta con unas 600 hectáreas, y el nuevo tendría poco más de mil 100. La venta del terreno traería más de mil 500 millones de pesos para desarrollar el proyecto urbano, ya que para la nueva terminal se requería de la cifra de 998 millones 922 mil 067 pesos.
-Eso nos daba para estructurar los dos proyectos, no iba a costar más a la población yucateca, e incluso consideraba ya la construcción del Gran Museo del Mundo Maya en la zona del nuevo proyecto, en 200 millones de pesos, no más, no como lo que ahora pagamos al año por esa obra que se terminó haciendo en el norte -expresó.
El proyecto definitivo optó por la zona poniente del estado, debido a una prospección que abría la posibilidad de que el norte empiece a padecer problemas de inundación, en la zona cercana a Progreso.
Consideraba inicialmente dos pistas cruzadas, que al final con los estudios de tendencia en avances tecnológicos planteó una sola, con una extensión de 60 metros de ancho y 3.6 kilómetros de largo.
-Al final, el proyecto fue desechado sin ser presentado tan si quiera, con una mala intención por parte de los diputados, no solo del Partido Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, sino incluso por los de Acción Nacional, que en su momento se dejaron presionar por los opositores que ni siquiera conocían el proyecto -manifestó.
Texto: Iván Duarte
Fotos: Luis Payán / Cortesía