El tricolor no quebró sus maldiciones en territorio argentino. Perdonó dos veces al inicio del partido y fue castigado por la misma dosis ante una Argentina que ni siquiera se despeinó en el Estadio Mario Alberto Kempes, 2-0 final en Córdoba.
Un autogol de Isaác “Conejo” Brizuela y el tanto de Ramiro Funes Mori dejaron en la lona al combinado mexicano, que sin argumentos cayó en el primer episodio de esta fecha FIFA, pero tendrá una oportunidad de revancha el próximo martes en Mendoza frente a la Albiceleste.
Sin miramientos, el Tricolor saltó a la cancha del Estadio Mario Alberto Kempes. De inmediato se hizo del balón y le dio amplitud por la banda derecha. Marco Fabián sorprendió a los argentinos al desequilibrar en ese carril.
Marquito levantó un servicio medido al corazón del área. El balón viajó a media altura y con ventaja para Raúl Jiménez, quien remató con potencia para estrellar el travesaño en un minuto de tiempo corrido.
El cuadro mexicano tomó confianza en el siguiente arribo, Alan Pulido dejó solo a Marco Fabián, pero su disparo no llevó dirección y murió en la humanidad de un atento Marchesín.
La Albiceleste se vio superada en el amanecer del encuentro. El equipo de Scaloni no estaba enchufado en Córdoba. Parecía que México podía adelantarse muy rápido en el marcador.
Sin embargo, Argentina reaccionó en un momento justo. Paulo Dybala asumió un rol protagónico en los siguientes minutos. La presión de los sudamericanos acorraló al combinado azteca en el resto del primer tiempo.
Guillermo Ochoa evitó en dos ocasiones la anotación luego de un latigazo de Dybala por la pradera derecha luego de una gran combinación ofensiva. Después, el propio Dybala centró a Lautaro Martínez, a pesar de que conectó con ventaja, Ochoa estuvo atento para salvar su arco.
La escuadra de Scaloni metió el acelerador y obtuvo recompensa a balón parado. La zaga defensiva del Tricolor dejó suelto a Ramiro Funes Mori. El zaguero, sin marca en el área chica, picó su remate de cabeza para doblar a Ochoa.
México remó contra corriente en el complemento. El Tuca hizo cuatro modificaciones con la intención de reaccionar inmediatamente; Víctor Guzmán y Ángel Zaldívar apretaron a los argentinos.
Ángel tuvo un remate de cabeza que se fue desviado del arco de Marchesín. Después de ese chispazo, México fue a menos en el resto del partido. Con más ímpetu que buen fútbol adelantó líneas en busca de igualar las acciones.
Ya en la recta final del partido, Argentina apretó con el ingreso de Mauro Icardi. Por la banda derecha, Renzo Saravia hizo una triangulación, luego metió un servicio peligroso que cortó Brizuela con dirección a propia puerta. ¡Autogol de México!
La Albiceleste, sin meter el acelerador y con poco fútbol de asociación, aprovechó sus oportunidades para vencer a un México que nuevamente perdonó y eso lo condenó en Córdoba.
El segundo juego es el 20 de noviembre en el Estadio Malvinas Argentinas.
Texto y foto: Agencias