Al conmemorarse 30 años del magnicidio en Lomas Taurinas, Tijuana, donde Mario Aburto mató a Luis Donaldo Colosio Murrieta, su hijo, Luis Donaldo Colosio Riojas, candidato al Senado de la República por Movimiento Ciudadano, afirmó que México aún continúa con hambre y sed de justicia, además recalcó que honrar el legado de su padre sería garantizar que en el país la violencia nunca vuelva a dejar a un niño huérfano.
Colosio Riojas encabezó la guardia de honor en el monumento a la memoria de su padre, ubicado sobre la calle Francisco Eusebio Kino, donde está la casa en la que Colosio Murrieta vivió en su infancia, ahí el emecista, junto a su esposa, hijos y su hermana Mariana Colosio, colocaron una ofrenda floral.
“México al día de hoy sigue con hambre y sed de justicia, eso no se ha acabado, realmente lo que él quería, lo que él buscaba era impulsar una lucha para hacer justicia social, para poder generar condiciones de igualdad y desarrollo económico a nivel regional, incluso municipal”, aseguró Colosio Riojas.
El alcalde con licencia de Monterrey, Nuevo León, advirtió que no importa qué tan públicas o privadas sean las víctimas de la violencia, al recalcar que lo que se necesita dejar continuar como legado de Luis Donaldo Colosio es que se haga justicia a todos los hijos que pierden a sus padres de manera violenta.
“Lo que me pasó a mí no es muy distinto que lo que le pasa a muchos niños y niñas, y muchísimos jóvenes en todo el país todo el tiempo, la única diferencia es que a mí papá le pasó en televisión nacional y era una persona pública, quizás eso ayudó a que tuviera mayor visibilidad”, comentó.
Para continuar con los actos conmemorativos, en el Palacio Municipal de Magdalena de Kino, Sonora, familiares, amigos y sus colaboradores más cercanos, atestiguaron la presentación del libro Las Cartas de Colosio, escrito por Rafael Medina Martínez, el cual tiene un prólogo y fue comentado por Luis Donaldo Colosio Riojas.
Ahí, Agustín Basave Benítez, académico, periodista, político y diplomático mexicano, quien fue uno de los amigos más cercanos de Colosio Murrieta, leyó una carta póstuma que escribió a su amigo Luis Donaldo.
“Te pegaron en la cabeza, pero aunque lo intentaron, no pudieron darte en el corazón, ahí permaneció todo lo bueno que traías contigo y ahí sigue latente la esperanza de forjar un México que sacie su hambre y sed de justicia”, dijo Agustín Basave.
Por último, en la parroquia de Santa María Magdalena, hubo una misa oficiada por el padre Omar T. Tzin Tzun, a la que asistieron amigos, vecinos, paisanos, compañeros de clases, maestros y familiares de Colosio.
El 23 de marzo del 1994, Colosio Murrieta, candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), desarrollaba un mitin y, de acuerdo con la justicia mexicana, Mario Aburto Martínez burló la seguridad y con una pistola le dio un tiro en la cabeza, muriendo horas después en un hospital.
Texto y foto: Agencias