Renè Emir Buenfil Viera
psicrenebuenfil@gmail.com
Mi ansiedad me hace privarme de muchas cosas, escaparme de ciertas situaciones, huir de las responsabilidades, postergar pendientes que se acumulan, dejar pasar oportunidades por mis miedos tan grandes, me dificulta incluso interactuar con el demás personas, sobre todo cuando son situaciones que me confrontan y detonan, en las que tendría que ser fuerte, retador, o aguantar las agresiones o maltratos de la gente que se quiere pasar de lista y nunca faltan. Sí, el gran reto de esta ansiedad que me cargo en los hombros es reconocer en todo lo que limita mi potencial, en todo lo que me debilita, en todo lo que no me deja avanzar, porque tengo la tendencia de querer aparentar que todo está bien aunque no lo esté, porque no sé o no quiero pedir ayuda, porque me cuesta reconocer que es algo que tengo que atender y a lo que le tengo que dar importancia y que no se va a ir y que no tengo bajo control ni puedo solo, y que me estoy mintiendo a mi mismo porque no, no todo va a estar bien mientras siga teniendo estos altos niveles de ansiedad, estrés y presiones.
Mi ansiedad me obliga a invertir mucha energía emocional para manejarla cotidianamente sobrepensando, preocupándome por el futuro que todavía no llega, pintando el peor escenario o mil posibles escenarios en mi cabeza que al fin y al cabo no van a pasar, por lo menos no todos, por lo menos no así de la manera tan dramática como lo pienso. Cada vez que me da ansiedad, me hace vivir alerta todo el tiempo, esperando en qué momento me va a volver a dar, y eso mismo me tiene los nervios de punta, es como un ciclo que se repite una y otra vez y se alimenta sólo, me cuesta mucho trabajo estar en paz, y cuando llega un poco de paz mental, sé que es momentánea y que en cualquier momento, por cualquier cosa, de la nada, se me puede volver a disparar la ansiedad. A veces ni me doy cuenta de cómo llego a ese punto, o cómo se me van acumulando las tensiones, o creo que puedo con todo pero cuando ya me siento mal entonces o quedo mal con las personas, o suelto algún compromiso, o estallo y estoy de mal humor como que ni yo mismo me aguanto.
He estado por mucho tiempo así y he intentado varias herramientas para salir adelante y manejarlo de mejor manera, pero no todas funcionan, o me funcionan por un tiempo y luego ya no, o me funcionan en determinados momentos, pero no siempre. El caso es que me estoy acostumbrando a estar así y ya veo como muy lejano salir de esto algún día, y tampoco quiero tomar medicamento psiquiátrico porque tengo miedo de volverme adicto y dependiente a las pastillas, como que me darían la sensación de que no pude sólo o de que fui débil o que me fallé, como que sería un fracaso llegar a ese punto, aunque a veces me desespere tanto la situación que termine contemplando seriamente ir con un psiquiatra, pero luego me arrepiento. Quizá en el futuro cuando mi ansiedad finalmente quede atrás o ya no sea tan intensa ni tan frecuente o la sepa gestionar de maneras más efectivas me deje de limitar tanto y vuelva a ser como antes, siento que sería una persona completamente diferente si la ansiedad no me dominara la mayor parte del tiempo.