Por Mario Ovies Gage*
*Maniático de las series. Hay un chef en potencia detrás de estas letras, pero sobre todo un paladar exigente.
Un día me recomendaron un lugar de hamburguesas en Montes de Amé. Quedaba literalmente a la vuelta de mi casa. Acudí al lugar, pedí la cheeseburger de la casa y me enamoré. A partid de eso, acudí religiosamente.
Actualmente ese puesto, un carrito en el garaje de una casa ya no existe, pero por suerte para sus seguidores su fundador abrió un nuevo lugar: Scott’s Burger.
Allí puedes encontrar básicamente dos productos: la Cheeseburger y el Poutine.
El secreto del éxito de la Cheeseburger de Scott está en su interior, no solamente por la calidad de su carne, sino por la mezcla de quesos que tiene. Basta una mordida para llevarse una explosión de sabor. La intensidad de la carne y el queso te enamora, conmigo lo hizo.
El poutine, por otra parte, es una adaptación de la receta tradicional canadiense, pero igualmente buena. Son papas a la francesa cubiertas de un gravy casero con queso fundido.
La mejor opción es optar por el combo, que incluye tanto la cheeseburger como el poutine, ya que en precio, porción y calidad lo vale mucho. Si van deben considerar el tiempo de espera, según la hora puedes llegar a encontrar una larga fila de espera, esto debido a los tiempos de cocción de la carne y la alta demanda.
Si visitan el lugar no pierdan la oportunidad de platicar con Scott, su dueño, ya que su atención es parte de la fórmula del éxito de su negocio.
Si siguen a Scott’s Burger en las redes sociales se pueden enterar de los distintos platillos de temporada, por ejemplo, la deliciosa jalapeño swiss cheeseburger, la receta tradicional con jalapeño en su interior.
También aprovechen y pregunten por el menú secreto, el cual incluye una versión del poutine con la salsa barbecue de la casa.
Si eres vegetariano puedes optar por la opción sin carne que prepara Scott o visitar el lugar en un lunes sin carne.
