Renè Emir Buenfil Viera
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Muchas hijas e hijos adultos no se dan cuenta que su madre es narcisista hasta que vienen a terapia, y entender esto les cambia la vida, porque pueden mirar al pasado con nuevos ojos para reescribirlo. Las cosas se empiezan a conectar y a tener otro sentido.
Este caer en cuenta también es sorprendente, puesto que una mamá narcisista muchas veces parece un caso como sacado de un libro, mientras más leen del narcisismo, pareciera que están describiendo a su mamá, su conducta y actitudes.
El estilo de crianza de una mamá narcisista es el de no poner atención ni fomentar los lazos entre sus hijas e hijos, sino más bien enemistarles entre sí, para que no se den cuenta de la manipulación a la que son sometidos como fichas de ajedrez.
El estilo de negociación de una madre narcisista suele ser “yo gano, todos pierden”, puesto que está primero ella a como dé lugar, además de que según ella nunca se equivoca, es incapaz de reconocer sus errores y es experta en buscar culpables.
Estos estilos están alimentados de la falta de empatía, característica estrella, aunque lo intente, le será imposible realmente ponerse en los zapatos de otras personas, y depende de qué tipo de narcisista sea.
Según la psiquiatra estadounidense Ramani Durvasula son cuatro: grandiosa, maligna, encubierta y comunal; es qué tan poca empatía tienen y cómo se demuestra, pero en general en cuestión de crianza el asunto es que si no tienen empatía no le van a poder enseñar a sus hijos a ser empáticos, aunque puedan adquirir esta habilidad de otras personas que no es su mamá.
Una reflexión interesante de la empatía es ¿Mi mamá narcisista me ama, si lo que más ama es a ella misma?
En general se pudiera decir que todo lo vuelve sobre ella, o sea, tiene un “amor” condicionado hacia ti, mientras le hagas brillar o lo que hagas lo pueda usar para presumir y poder decir: “véanme, que buena madre soy”, eso les interesa muchísimo, y lo van a estimular en ti de manera utilitaria y superficial, pero en el fondo, tus sentimientos profundos no les interesan tanto porque no tienen que ver con ella.
Y depende de tu crianza aprendiste a huir de ella lo más posible, o estás atrapado, aún sin darte mucho cuenta, en un afán de complacerla todo lo que se pueda o lo que más puedas, con tal de tener su momentánea aprobación o cariño, el punto es ¿A qué precio? ¿Cuánto vale tu salud mental?
Yo sé que algunas hijas o hijos pueden o quieren poner distancia con sus madres narcisistas para dejar de sobrevivir y poder sanar, y que otros(as) no quieren o no pueden por múltiples razones.
El chiste no es juzgar las razones pero si decides sostener la relación la recomendación es poner límites sanos y tener una comunicación superficial sin darle demasiada información personal a tu madre, para eso tienes que caer en cuenta de las intenciones detrás de ti deseo de sostener la relación para tener expectativas realistas y vivir ese duelo de que algunas cosas que estás buscando en esa relación es muy probable que nunca pasen de esa manera.