Son cuatro horas y media del paseo-caravana por tierra en honor a la patrona de los carmelitas católicos, donde conductores, motociclistas, tricicleteros y ciclistas escoltaron la sagrada imagen
Con ciertas medidas sanitarias, imprevistos y estragos durante el paseo de la Virgen del Carmen, concluyó una edición más de las festividades religiosas que programó el Santuario Mariano Diocesano en algunas avenidas y calles principales.
Fueron cuatro horas y media del paseo-caravana por tierra en honor a la “patrona de los carmelitas católicos”, donde más de un kilómetro de conductores, motociclistas, tricicleteros y ciclistas acompañaron a la sagrada imagen.
El evento inició antes de las ocho de la mañana con la misa que se llevó a cabo en el Santuario Mariano Diocesano, donde estuvieron cientos de carmelitas.
La celebración religiosa fue presidida por el presbítero José Francisco Verdejo Aguilera y el vicario general de la Diócesis de Campeche, José Luis Canto Sosa.
Después la sagrada imagen fue enmarcada en un arreglo floral, sacada de la parroquia y colocada en el remolque.
A pesar de los llamados de los sacerdotes de evitar caminar con la sagrada imagen, ciudadanos no acataron ese llamado y la acompañaron más de cien vehículos y motocicletas adornados con flores y globos.
Al salir del recinto religioso para incorporarse a la calle 31, donde los feligreses aplaudían, cantaban y oraban a la madre de los carmelitas, dobló a la izquierda con dirección a la 24, donde Verdejo Aguilera pedía por los comercios y empleados.
Continuó hasta llegar al Monumento a la Bandera y seguir por la calle 28, siguió con rumbo al Puente Zacatal, donde se bendijo, para después girar a la izquierda en la avenida 10 de Julio, donde se invitaba a los vecinos de esas colonias salir y venerar a la sagrada imagen.
Luego de una hora de recorrido una de las llantas del remolque se ponchó en el cruce de la avenida 10 de Julio por la 42 E, por lo que cerca de 20 minutos tardó en que se reemplazara la llanta. Una vez que fue cambiada continuaron con la alborada hasta que llegaron al cruce de la glorieta del Camarón.
Siguieron hasta la calle 56, donde hizo una pequeña parada la sagrada imagen, el sacerdote Francisco Verdejo bendijo los hospitales, hizo una oración por los enfermos y pidió por el personal del sector salud que continúa enfrentando a la pandemia.
Ya frente a la Plaza Real, el gancho de agarre de la camioneta que remolcaba la imagen se rompió, lo que atrasó más de 40 minutos el recorrido, aunque después siguió hasta la calle 31 y finalmente regresaron al santuario donde concluyó la actividad.
Texto y fotos: Cortesía