El ganador se enfrenta a la inflación, violencia y pobreza que arrastra el país
El recuento de votos empezó ayer en Nigeria tras la celebración de unas elecciones presidenciales sin favorito claro entre los tres candidatos principales para dirigir al país más poblado de África, confrontado a una grave crisis económica y de seguridad.
Los colegios electorales cerraron a las 14H30 locales (13H30 GMT) tras una jornada sin grandes incidentes, aunque con retrasos en la apertura de algunos puntos de votación.
La publicación del escrutinio final debe darse en un plazo de dos semanas, aunque la Comisión Electoral prometió esforzarse por publicarlos lo antes posible.
Tampoco se conocen los datos de participación entre los 87 millones de empadronados, en un país con altas tasas de abstencionismo. En las presidenciales de 2019, solo votó el 33% de los inscritos.
El mandatario saliente, Muhammadu Buhari, de 80 años, desde hace ocho en el poder, no pudo presentarse debido a que la Constitución limita el ejercicio del cargo a dos mandatos.
Su presidencia estuvo marcada por un aumento explosivo de la inseguridad y la pobreza en este país, mayor productor de petróleo del continente, donde el 60% de sus 216 millones de habitantes tiene menos de 25 años.
Por primera vez desde la instauración de la democracia en 1999, la contienda electoral, con tres candidatos fuertes, podría dirimirse en una segunda vuelta.
“¡Uno!, ¡dos!, ¡tres!”, contaba un grupo de electores en un colegio en Port Hartcourt (sudeste), a medida que que los agentes electorales computaban los votos.
“Quiero asegurarme de que estas elecciones sean transparentes, libres y justas”, dijo Juliette Ogbonda, de 30 años, una recepcionista que decidió quedarse en un colegio tras haber votado para vigilar el escrutinio, en un país marcado en el pasado por problemas de fraude electoral.
La campaña estuvo marcada por la irrupción de un popular exgobernador, Peter Obi, de 61 años, del Partido Laborista (PL), que con sus promesas de cambio amenaza la hegemonía de los dos partidos tradicionales en esta excolonia británica, independiente desde 1960.
El Congreso de Todos los Progresistas (APC), de Buhari, presenta para sucederlo a Bola Tinubu, de 70 años, apodado “el padrino” por su enorme influencia política.
El candidato del Partido Democrático Popular (PDP) es el exvicepresidente (1999-2007) Atiku Abubakar, de 76 años, que intentará por sexta vez alcanzar la magistratura suprema.
Fuera de los tres favoritos, otros 15 candidatos se presentaron en estos comicios.
El vencedor deberá afrontar los numerosos problemas que atraviesa la principal economía de África, desde la inflación y el aumento de la pobreza hasta la inseguridad.
Texto y foto: Agencias