La bancada de Morena empezó a articular decisiones a fin de alcanzar que México ratifique el Convenio 129 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en materia de inspección del trabajo agrícola.
“No podemos permitirnos el crecer a costa de los trabajadores del campo”, expone el senador Víctor Manuel Castro Cosío y estableció que “las condiciones del trabajador campesino tienen que ser mejoradas”.
Reportó con base en la Encuesta Nacional Agropecuaria del Inegi de 2017, que el promedio de salario del jornalero es de 167.70 pesos, por 7.2 horas de trabajo de alta intensidad y cada contrato es de unos 25 días.
Es por ello que plantea exhortar a que el Ejecutivo federal remita al Senado dicho Convenio 129 de la OIT para su ratificación.
Destaca Castro Cosío que es proyecto del presidente electo Andrés Manuel López Obrador reactivar el campo mexicano, el cual resiente un deterioro a lo largo de las últimas décadas.
La semana pasada, entre el martes 18 y el jueves 20 de septiembre, el Senado rescató de los asuntos pendientes de la 63 Legislatura, el Convenio 98 de la OIT, en materia de sindicación y contratación colectiva, y lo ratificó por unanimidad y lo envió al Ejecutivo para su promulgación.
El senador de Morena dijo que es necesario ratificar los instrumentos internacionales que nutran la legislación nacional en materia de empleos agrícolas, como es el caso del Convenio 129 de la OIT, adoptado en 1969, y México ha firmado.
Señala que dicho instrumento dispone que ninguna empresa agrícola quede al margen del Sistema Nacional de Inspección del Trabajo.
Se deben dictar disposiciones legales relativas a las condiciones de trabajo y a la protección de los trabajadores en el ejercicio de su profesión.
Entre otros puntos también dispone dicho convenio la elaboración de un informe anual en el que se expongan, entre otros puntos, estadísticas de las empresas agrícolas sujetas a inspección y número de personas que trabajen en ellas.
Se deberán reportar estadísticas de las infracciones cometidas y de las sanciones impuestas; de accidentes de trabajo y sus causas, y de las enfermedades profesionales y de sus causas.
“Hablar del campo mexicano no es sólo hacer hincapié en el abandono que ha sufrido al paso del tiempo y la falta de políticas públicas para reactivarlo, también -remarcó- es señalar el papel que desempeñan los trabajadores y el atropello que sufren día con día, por sus patrones, empresa, comerciantes”.
En ese sentido, expuso, “es necesario implementar acciones que ayuden a regular y velas por los intereses de los trabajadores del campo, con acciones de vigilancia y supervisión, como las incluidas en el Convenio 129 de la OIT sobre la Inspección del Trabajo Agrícola”.
Texto: El Universal
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