Salvador Castell-González
Hace unos días tuvimos una nueva visita masiva de insectos que ha despertado el malestar y la duda en la población Yucateca incomodando a las personas dentro y fuera de sus casas. Si vives en la Península de Yucatán seguramente ya sabes de qué hablo: de las indeseables moscas.
Es en este momento mi responsabilidad aclarar que este no es una plaga bíblica ni es un presagio catastrófico, bueno quizá sí un poco es un remanente de una catástrofe.
Las moscas que estuvieron visitando nuestras casas fueron identificadas principalmente como moscas de fruta en varias de sus especies. La mosca de fruta tiene un ciclo de vida corto, donde la mosca hembra deposita los huevecillos en materia orgánica en descomposición como frutos y residuos agrícolas.
Una vez depositados los huevecillos tardan de 1 a 2 días en eclosionar. Una vez que eclosionan las pupas (los gusanitos) estos se alimentan de esta materia orgánica en descomposición por aproximadamente una semana, emergiendo después ya las moscas adultas. Estas moscas adultas tienen un ciclo de vida de 1 a 2 semanas dependiendo de la especie.
Tomando en cuenta estas cuentas, que evento anormal o ajeno existió que pudiera haber ocasionado la caída masiva y excesiva de frutos para establecer un ambiente rico para la reproducción de estas moscas.
Si ya sacaste las cuentas entonces nos da que este proceso masivo de reproducción de moscas fue a finales de junio y principios de julio, fechas en las cuales el Huracán Beryl pasó por la Península de Yucatán.
Pero porque este año pasó y no había pasado en otros años. De inicio debemos considerar que a principios de año las jacarandas y los maculis nos dieron claros indicios de que había un desorden generalizado en nuestros árboles, esto causado principalmente por las altas temperaturas lo que ocasiona que las plantas no puedan percibir correctamente las variaciones ambientales relacionadas con las estaciones. Esto por un lado puede generar fructificación adelantada en algunas especies.
Por otro lado, el Huracán Beryl es el huracán de mayor fuerza registrado para el mes de junio, época en la cual muchas especies de plantas están cargadas de frutos por sus ciclos naturales relacionados con la primavera y preparándose para la época más bondadosa para la supervivencia de las semillas, el inicio de la época de lluvias.
Cuando enlazamos toda esta serie de eventos desafortunados que nos indican claramente que tenemos un desorden en nuestros ecosistemas, que en esta ocasión estuvo enmarcado con una gran cantidad de moscas en las casas.
Hace unos años hubo un brote similar de mosquitos por las lluvias, pero, aunque las moscas y mosquitos son parientes biológicos sus puestas de huevecillos son distintas. Una puesta de huevecillos de mosquitos puede durar años a la intemperie hasta que las condiciones son idóneas, en este caso las inundaciones de hace unos años. Los dos fenómenos son diferentes, pero están relacionados y son un indicador de que nuestros ecosistemas están sufriendo.