Everardo Flores Gómez
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Al fin ha llegado la semana mayor, tiempo de un merecido descanso para todos, atrás quedaron esos terribles dos años de playas cerradas y restricciones a la movilidad. Las personas han vuelto a sus actividades cotidianas incluidas las vacaciones.
En el periodo de la pandemia las muertes por siniestros viales se redujeron considerablemente ante el llamado de las autoridades de quedarse en casa. Todo indica que pasada la crisis sanitaria muchas cosas han vuelto a la “normalidad”, incluidas las tasas de mortalidad en hechos de tránsito que teníamos previos a la emergencia del covid-19.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), para 2018, México ocupó el séptimo lugar a nivel mundial y el tercero en la región de Latinoamérica en muertes por siniestros viales, con 22 decesos de jóvenes de entre 15 y 29 años al día, y 24 mil decesos en promedio al año. Los siniestros viales constituyen la primera causa de muerte en jóvenes entre cinco a 29 años de edad y la quinta entre la población general.
Se trata de un grave problema de salud pública que puede y debe contenerse, para lograrlo la Organización Mundial de la Salud (OMS) urge a las naciones miembros a trabajar en la planificación urbana; a diseñar calles y carreteras más seguras, a realizar auditorías independientes en materia de seguridad vial; fomentar el transporte público y la movilidad sostenible; controlar eficazmente la velocidad de los vehículos motorizados a través del uso de la tecnología y haciendo cumplir la ley además de la exigencia del uso del cinturón de seguridad, del casco y de los sistemas de retención para niños; la imposición de límites de alcoholemia a los conductores; y el mejoramiento de la atención que reciben las víctimas de los accidentes de tránsito.
Se trata de acciones de entera responsabilidad de las autoridades en la materia. Como ciudadanos es nuestra responsabilidad cotidiana y en especial en estas vacaciones revisar el estado mecánico de nuestro vehículo: luces, frenos, estado del motor, limpiaparabrisas, presión de las llantas. Nadie quiere formar parte de las estadísticas y por ello no debemos conducir después de haber bebido alcohol ni manejar cansados para que nuestras vacaciones sean un verdadero descanso y no una tragedia.
Esta semana falleció el danés Ole Thorson, destacado activista por la movilidad sostenible cuyo trabajo principal se desarrolló en Barcelona, presidió la Asociación Prevención de Accidentes de Tráfico, la Federación Internacional de Peatones y fue fundador de la Asociación Promoción del Transporte Público. Un pionero y visionario en la materia. En 2018, Ole nos visitó en Mérida invitado por la Universidad Modelo para formar parte del seminario “Visión Cero”.
En esa ocasión, el especialista expresó que a Mérida le había pasado lo que a otras ciudades que han priorizado las vías de rodamiento sobre las banquetas. Señaló que los conductores de vehículos motorizados habían ganado terreno mientras que los peatones tendían a ser olvidados y que los pasos peatonales del periférico eran inhumanos.
Desde esta columna expresamos nuestras condolencias para familiares y amigos de Ole Thorson y nos comprometemos a mantener viva su memoria impulsando desde nuestra trinchera la movilidad sostenible. Descanse en Paz.