Mucho ayuda el que no estorba

Rogerio Castro Vázquez
@rogeriocastrova

Cuando era niño y llegaban mis primos a la casa a jugar, recuerdo haber escuchado esa frase de mi abuelita y mis tías en la cocina, que nos daban a entender que las dejáramos trabajar en paz.

Éramos chamacos y seguíamos corriendo por toda la casa hasta que nos regañaban.   

Eso recordé cuando la dijo hace unos días el presidente en su mañanera, donde le preguntaron por la postura de la oposición al declararse en moratoria constitucional: que no van a aprobar ningún cambio a nuestra Carta Magna que venga de este gobierno. Nada, cero, completa cerrazón.

Se han enredado y desenredado en decir que eso no implica estar de brazos caídos o no dar ni un solo golpe. Que lo que quisieron decir es que siempre sí van a trabajar, pero se van a “evitar la fatiga” de analizar y discutir ninguna reforma trascendental. Es decir, trabajo a medias.

Es muy ilustrativo ver cómo la oposición solita está mostrando su verdadero rostro a México. No me gustaría usar la palabra “hipócritas” o “cínicos”, son muy duras dentro de lo políticamente correcto. Se las dejo a la elección de usted…

Pero debemos recordarle a la oposición el “Pacto por México” que firmaron con Peña Nieto. Ahí sí aprobaban de todo, ahí no hubo moratoria, todo estuvo bien, no encontraron nada contra los mexicanos.

¡Por favor!, sí esa fue la antesala del mayor saqueo en la historia del país y matriz de las más escandalosas historias de corrupción de sus gobernadores. Pero no lo veían o no lo quisieron ver, ¿por qué será?.

Hoy que el Poder Ejecutivo propone reformar el marco político electoral para que tengamos elecciones libres, limpias y sin fraudes, una política más barata, resulta que aquí sí ve retroceso. Como dirían los más jóvenes “¿what?”.

Hoy que se propone que las y los mexicanos ya no paguemos los gastos ordinarios de los partidos políticos, se desaparezcan las 200 diputaciones y las 32 senadurías plurinominales, se reduzca el número de diputaciones estatales, se cambie la manera de elegir las diputaciones federales…

…Se establezca y garantice el voto electrónico en México y el exterior, se homologuen todas las funciones electorales en un Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, se pase de 11 a siete consejeros electorales y que sí sean neutros y autónomos, entre otras exigencias históricas de la sociedad…

… Ahora resulta que la oposición “pactista” o mejor yo diría “vactista” (por aquello de Va por México), sí ve una grave amenaza al pueblo de México. “No hombre, unos genios”.

Ya dijeron que no va a pasar y lo mismo sucederá con otra constitucional para incorporar a la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Por medio de las Cámaras no, no tienen interés.

Unos datos: El sistema político costó en 2018 más de 68 mil millones de pesos y a los partidos cada año se les da más de 11 mil millones de pesos (la idea es sólo financiar en campañas). Números más, números menos, la Reforma Político Electoral del presidente nos ahorraría más de 20 mil millones de pesos.

No es sólo lo económico. Se quiere un sistema democrático que garantice libertades, condiciones justas, neutras y libres, ambientes libres de fraudes o sesgos ideológicos. Que todo eso, en su conjunto, nos cueste menos para atender otras necesidades. México ya no puede tener uno de los sistemas políticos más caros del mundo.

La negativa de la oposición me recordó cuando votaron contra la pensión de los adultos mayores. Les salió muy caro y al parecer quieren seguir calculando costos. Adelante.