Apenas alcanzan a cursar el cuarto año de primaria, por lo que urgen medidas de acción afirmativa con presupuestos para que sean prioridad, señala una investigadora
A 39 años de instituirse el Día Internacional de las Mujeres Indígenas, prevalece un alto rezago en ese sector de la población. Los avances han sido pocos, por lo que urgen medidas de acción afirmativa para abatir esa situación, señaló la activista e investigadora Rocío Quintal López.
La entrevistada manifestó que las mayas sufren lo que se llama “vulnerabilidad acumulativa”, por ser indígenas y ser mujeres. Una muestra de esa desventaja está en la escolaridad, pues mientras que las mujeres no indígenas que viven en Mérida tienen la enseñanza preparatoria completa, en en los municipios las indígenas alcanzan sólo 6.8 años de estudios, incluyendo los tres de preescolar, por lo que apenas llegan hasta el cuarto grado de primaria.
La integrante del Frente por los Derechos de las Mujeres en Yucatán señaló que, a diferencia de los varones mayas, en los municipios estos alcanzan hasta el primer año de secundaria.
El 5 de septiembre fue la fecha instituida en el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, en 1983, en Tiahuanaco (Bolivia), para conmemorar la efeméride. La fecha se eligió en honor a la lucha de Bartolina Sisa, guerrera aymara, quien se opuso a la dominación colonial y fue asesinada en La Paz, Bolivia, en 1782. El objetivo de esta celebración es rendir tributo a todas las mujeres pertenecientes a los pueblos indígenas del mundo, y lograr visibilizar sus gestas heroicas.
Quintal Cortés explicó que, pese a que el maya es de los idiomas autóctonos más hablados en el país, luego de los de Oaxaca y Chiapas, a los indígenas de esta etnia no se les da el lugar que merecen, ya que únicamente los utilizan para promoción turística: “resaltan sus tradiciones, pero sigue siendo sinónimo de vivir en la pobreza”.
Al efectuar un comparativo salarial entre un hogar de Mérida y otro del interior del estado se puede ver la abismal diferencia, ya que en el primero es de 11 mil 879 pesos, mientras que en el segundo es de mil 855 pesos. “Actualmente en Mérida el nivel de pobreza es de 22.9 por ciento, en tanto hay municipios que alcanzan el 70%”, resaltó.
A modo de ejemplo, la también investigadora del Centro de Investigación “Hideyo Noguchi” de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) citó el caso de Tahdziú, donde se alcanzó el 94% de pobreza y es considerado el municipio más pobre de América Latina, casi comparable a comunidades de África.
Educación, desempleo y sexualidad
Otro indicador que marca la desventaja es el analfabetismo. En Mérida es del 2.8%, pero en localidades del interior del estado alcanza el 14.6%.
De acuerdo con un estudio llevado a cabo de 2014 a 2017 por el Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado de Yucatán (Indemaya), la entonces Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y la Uady, el 97% de los consultados se identificó como maya.
Asimismo, manifestó que la falta de oportunidades escolares y el desempleo propician que la mujer maya carezca de modelos de vida y que en ocasiones vean el tener una pareja y embarazarse como la única opción para “salir adelante”. Hay casos de que a los 15 años ya están embarazadas.
Una investigación realizada en 2021, sobre sexualidad de diferentes niveles socioeconómicos en preparatorias de Yucatán, arrojó que las mujeres de alto nivel económico empiezan su vida sexual a los 17 años y en los municipios, a los 15 años.
Apenas hace unas semanas se publicó un documento del Consejo Estatal de Población (Coespo) que revela que, en embarazos en adolescentes de 15 a 19 años, Yucatán ocupa el puesto 22 a nivel nacional, con una Tasa Específica de Fecundidad (TEF) de 42.57 nacimientos por cada mil adolescentes y el puesto número 17 a nivel nacional en embarazos en niñas entre 10 y 14 años, con una TEF de 1.03 nacimientos por cada mil mujeres, lo que lo sitúa ligeramente por encima de la media nacional.
El director del Coespo, Tonatiuh Villanueva Caltempa, indicó que el panorama que se contempla es que para el 2030 se reduzcan a cero los nacimientos de niñas entre 10 a 14 años, mientras que se espera reducir en un 50% la TEF en adolescentes de 15 a 19 años.
Señaló que para lograr estas metas, se trabaja desde el Coespo con el Programa Integral Protégete y la Coordinación de Información Estadística, impartiendo pláticas, talleres, conversatorios y eventos de prevención del embarazo infantil y adolescentes en los diferentes municipios que comprende el Estado de Yucatán.
En tanto, Quintal Cortés indicó que las mujeres mayas no ven los embarazos como un problema y en ocasiones no lo hacen una vez, sino que tienen el embarazo subsecuente (segundo hijo), a veces el periodo entre los nacimientos de sus hijos es corto. por lo que, “tener más hijos las pone en mayor vulnerabilidad”, dijo.
Explicó que las mayas tienen las tasas de fecundidad alta, vida sexual temprana, embarazo subsecuente y quieren tener más hijos.
En lo anterior influye la falta de educación sexual, incluso las jóvenes suelen conseguir los anticonceptivos en las farmacias, mientras que las jóvenes mayas acuden a las clínicas de salud.
Hay usos y costumbres en otros estados del país en los que las mujeres no estudian y sus matrimonios son pactados, de modo que el novio tiene que entregar animales a cambio de su esposa. Esto no existe en Yucatán, pero lo que sí se ha dado son casos de abuso sexual por parte de los papás o algún familiar, tolerado por las madres.
Otra situación por la que atraviesan es que muchas mujeres indígenas se quedan al cargo del hogar, debido a que sus esposos se van a trabajar a Estados Unidos, de donde, al principio comienzan a mandar dinero, pero ocurre que a veces buscan otra pareja y se desentienden de sus obligaciones.
Actualmente se estima que hay 220 mil yucatecos que viven en los Estados Unidos. El 90% de los que emigran para trabajar en ese país se encuentra en el estado de California.
Destacó la urgencia de establecer medidas de acción afirmativa para disminuir la desventaja en que se encuentran las mujeres mayas. Citó como ejemplos que en el quehacer político les debe corresponder la mitad de los cargos, y en la Uady se definió un porcentaje de ingreso a preparatorias para mujeres de comunidades rurales.
“Es privilegiar acciones para sacar del rezago a estas comunidades. Se requiere destinar más presupuesto para que se destinen a programas de salud, educación y desarrollo económico para este sector”, finalizó.
Texto y fotos: Darwin Ail Baeza