Nada más importante para un niño que sentir que llega diciembre, con sus tardes cortas de luces y emociones, sus noches familiares, las vacaciones escolares y los regalos y los turrones y los villancicos, y las sorpresas y la magia. Nada más importante… Todo hermoso, todo sensorial, todo nostálgico…
Nada más importante para un niño que el juego al que juega en cada instante, la aventura, el placer de la diversión… Nada más importante que correr con los amigos, andar en la bicicleta, echar las horas en el campo, enredar con la tablet, imaginar cien mil historias partiendo de lo que sea, de un papel…
Nada más importante para un niño que esa eterna sensación de libertad, crear un pasatiempo en un segundo, creer q la vida es larga y fácil.. Nada más importante que la seguridad de la casa, la familia, regresar del colegio y merendar y relatar los avatares del día…
Nada más importante para un niño que su salud…
Dedicado en el mágico diciembre a Luis Carrasco…
…y a todos los niños enfermos