Nada que celebrar

Salvador Castell-González

El pasado cinco de junio se conmemoro el Día Mundial del Medio Ambiente, pero desde la red por el futuro pensamos que no tenemos nada que celebrar.

Hace 50 años nuestras líderesas y líderes se reunieron para acordar nuestro derecho a un ambiente humano sano, hoy medio siglo después el deterioro de nuestros ecosistemas es realmente grave: una crisis climática, una crisis de contaminación y una alarmante pérdida de biodiversidad.

Ya es momento de exigir que se garanticen nuestros derechos humanos, que no estamos dispuestos a que llegue el 2030 o el 2040 como las agendas políticas lo marcan, hoy es el día y no mañana, ya no tenemos tiempo.

Hay que reconocer que el terreno kárstico es un sistema altamente vulnerable y que tecnologías como los rellenos sanitarios son obsoletas e inadecuadas y representan un riesgo grave a la salud.

Que saneamos menos del cinco por ciento del agua del estado, y que esto es una afectación directa a nuestro derecho humano al agua.

Hoy, venimos a exigir al congreso del estado que deje de sopesar el costo político y los intereses económicos a la necesidad de una ley estatal de aguas.

Hoy, a 50 años de Estocolmo, les quiero decir que no estamos en disposición de que nuestras representaciones climáticas impulsen el desarrollo local para recuperarnos de la pandemia mediante más destrucción inmobiliaria.

Hoy, por rechazo el adultocentrismo, el edadismo o cualquier forma de violencia sistémica contra nuestra niñez, nuestras juventudes, nuestras comunidades, contra la naturaleza o cualquier otra representación o tipo de violencia.

El día de hoy debemos reconocer que somos parte de la naturaleza y que dependemos de ella, que la misma no es una propiedad nuestra, en una sociedad justa, inclusiva y sustentable.

La crisis climática nos afecta a todas y todos, esta lucha es de toda la humanidad.

Hoy debemos visibilizar todas las causas y reducir las desigualdades, ser conscientes y responsables con nuestro consumo, respetar nuestro entorno.

La lucha climática es una lucha integral, social y ecológica, que busca un futuro para todos y todas, el futuro que queremos y que nadie se quede atrás como lo dice la agenda 2030.

No podemos esperar otros 50 años y seguir ignorando nuestra responsabilidad en este deterioro que nos afecta a todos y todas. Se parte de los que hemos decidido aceptar responsabilidad en la crisis y hemos decidido ser parte de la respuesta.

Recientemente, reconocimos el derecho a un medio ambiente sin riesgos, limpios, saludable y sostenible y debemos aceptar que el riesgo de quedarnos sin agua en México es una realidad en varios estados. Que los rellenos sanitarios son un riesgo a la salud.

Hoy, debemos ser esas generaciones que se pusieron de acuerdo e iniciaron el cambio, es cínico e irresponsable transferirles la culpa a nuestras juventudes y mas aun a nuestra niñez.

Hagamos que las cosas sucedan, somos la ultima generación que puede hacer algo. Hagámoslo.