Navidad, la manifestación de amor y misericordia

Por: Roberto Dorantes

La Navidad es un evento que marca la historia de la humanidad, Dios que se hace hombre, toma la naturaleza humana, un niño que nace en un pesebre en Belén, en el silencio de la noche, ironía nacimiento que en su día no fue noticia, hoy es conocido en todo el mundo.

Trasladémonos a Belén, e imaginémonos esa noche, el lugar y las personas que presenciaron el nacimiento de Jesús; y qué es lo que vemos, una pareja humilde contemplando a su hijo recién nacido: “María deposita al niño en el pesebre o comedero de animales de un establo en el que José y ella habían encontrado refugio porque no había sitio para ellos en el albergue”. (Lucas 2, 6-7)

Dios se manifiesta a través de símbolos, el nacimiento de Jesucristo, es la manifestación del amor y misericordia.

¿Dónde y cómo apreciamos este amor? Lo encontramos en cada ser humano. Dios al tomar la naturaleza humana, nos muestra lo valioso que es cada persona, que todos somos iguales ante sus ojos, independientemente la raza, la condición económica, el idioma, el color de piel, cada ser humano es obra del amor del Creador, nos encontramos ante el misterio más grande, un Dios que se hace hombre, para redimir a cada ser humano, por eso urge ser una réplica en nuestras vidas las enseñanzas del Divino Maestro, porque una vida sin Dios es una vida vacía, una vida llena del amor de Dios, es una vida llena de amor y paz.

Belén es el símbolo de misericordia, palabra de origen latino, del verbo miserere y el sustantivo cor, que significan compadecer y corazón, por eso digo que la misericordia es el sentimiento que viene del corazón ante las necesidades de los demás, conmoverse de las desdichas y desgracias ajenas, Belén es lugar elegido para el nacimiento del Hijo del Hombre para demostrarnos su misericordia.

¿Qué vemos en Belén? Podemos contemplar pobreza, frío, necesidad, Dios nos enseña que es misericordioso y por eso nos toca hacer otro tanto con las carencias de los demás, aquí hago una distinción de las carencias, hay materiales y espirituales.

Las materiales son obvias, hay gente que vive en la miseria, que no tienen que comer cada día, en esta Navidad no nos olvidemos de estas personas, nos preocupamos por cosas que pueden caer en trivialidades, que bueno que tengas para disfrutar con tu familia, pero alguna vez te haz propuesto ayudar a quien necesita, te invito a que lo hagas en esta Navidad, sin necesidad de publicar, pues así como Dios obra en silencio así lo hagamos también.

Las carencias espirituales considero que son mayores: la gente que vive sin Dios, los que padecen soledad, los que viven amargados, los que viven esclavizados de sus pasiones, los que viven prisioneros de adicciones, los que viven por vivir sin saber por qué viven; considero que son los más necesitados, a estas personas hay que regalarles amor, para que puedan conocer la felicidad que otorga Dios, el amor de Dios llena todo vacío existencial e impulsa a conocerlo y amarlo.

Agradezco de corazón que te hayas tomado el tiempo de leer estos afectos que surgen del corazón y te deseo una feliz Navidad con los tuyos, recuerda que Dios nos muestra su amor y misericordia, hagamos otro tanto para con los demás.

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