Maribel Cruz Gregorio ha afianzado su negocio gracias a la calidad, higiene y compromiso
El no contar con casa propia hace que cada determinado tiempo Maribel Cruz Gregorio tenga que estar cambiando su cocina económica “Antojitos Blanca y Raquel”, pero para ello le han apostado a mantener la calidad de los ingredientes, higiene y que, cuando entregue el pedido al cliente en su domicilio, la comida esté lo más caliente posible.
En entrevista para Peninsular Punto Medio, Alfredo Canto May declaró que su esposa es veracruzana, de Jesús Carranza de Acayucán, como a 100 kilómetros de Oaxaca, y que tiene la ventaja de cocinar la comida originaria de allá y de estados cercanos; sus especialidades son el pescado, camarones y un mole, donde ella hace la pasta.
El también reportero explicó que esto es laborioso ya que lleva un mundo de ingredientes como chocolate, cacahuate, azúcar y galletas animalitos, pero queda el mole tan dulce que hasta agarra mejor sabor cuando se va recalentando.
Recordó que él es reportero, actualmente para un portal y antes estuvo 17 años en un conocido medio local, y debido a la buena sazón que tenía su esposa la animó a que ponga su cocina económica y que él colaboró repartiendo las raciones.
Canto May hace unos meses sufrió un accidente en su motocicleta, luego que regresaba a su negocio ubicado en el fraccionamiento Flamboyanes en Progreso, ya que había ido a repartir pedidos al puerto.
Sobre su esposa, dijo que la conoció trabajando en una cocina económica en Flamboyanes, ya que ella salió de su natal Veracruz y vino a Mérida y luego llegó a Progreso, donde finalmente se conocieron.
“Luego nos casamos y como ella había trabajado también en loncherías y torteaba a mano, optamos por poner una cocina económica, que hasta el momento no ha logrado tener un lugar propio”, dijo.
Señaló que se han enfocado a realizar guisos diferentes, no hacer comidas como frijol con puerco porque éstas los lunes todos lo venden.
“Curiosamente los progreseños no comen mucho pescado y les gusta la fritanga como empanizado, chuletas, tamalitos de elote, chiles rellenos con queso de hebra o picadillo, mondongo y salbutes, entre otros”, explicó.
Declaró que es probable que los guisos de pescado los clientes lo cocinen en sus casas y no compren, además, son pescadores y suelen llevar especies a sus hogares.
“Por mi esposa aumenté comer más pescado, camarón en chilpachole, a la mantequilla y también pollo”, agregó.
Recordó que su papá Juan Canto Rodríguez (+) trabajó en una pescadería y comía con frecuencia postas de diferentes tipos de pescado, como la lisa.
Su negocio ha estado en la colonia Ismael García, por el rumbo de la escuela nocturna Rafael “Cházaro” Pérez, por el rumbo del Volcán y ahora enfrente del parque principal Ignacio Zaragoza, en el fraccionamiento Flamboyanes.
“Cada vez me pesa ya cambiarme de local, siempre he rentado no he logrado comprar un lugar. ese es el objetivo. No sólo ya me rajo a la mudanza, sino que también pierdes algunos clientes, algunos los que saben que siempre les daremos el servicio estos por lo regular se quedan”, recalcó.
Actualmente la ración la venden a 90 pesos y prácticamente da para dos personas, y cuando da el servicio a domicilio cobra 10 pesos más.
“En que aún no estoy trabajando por el accidente que tuve ha bajado un poco la venta, que eran los encargos que tenía”, dijo.
El celular de la cocina económica es 9991 08 18 07.
Texto y fotos: Darwin Ail / Cortesía