Ni la tormenta impide a don Juanito vender su cochinita en Pisté

Desde hace 35 años, el amigo social, como conocen en Pisté a don Fidel Mex Tun, se ha ganado a propios y extraños por su sabrosa cochinita pibil

Con la advertencia a la población de la llegada del ciclón “Grace” a la Península, se esperaba que todas las actividades económicas comerciales estuvieran inactivas; sin embargo, vaya sorpresa la que nos llevamos al llegar a Pisté y encontrarnos en medio de pertinaz llovizna y fuertes vientos un pequeño puesto ubicado a las afueras del mercado municipal, donde el público se arremolinaba para esperar su turno y llevarse a casa o degustar en el lugar la sabrosa cochinita pibil que desde hace 35 años elabora el “amigo social”, como conocen a don Fidel Mex Tun en esta comunidad.

A lo largo de estos años, Fidel ha sabido forjar y cuidar el prestigio de su cochinita pibil al grado de que propios y extraños la consideran como de las mejores que se pueden probar en el Oriente del estado.

En entrevista con Peninsular Punto Medio, don Fidel recordó que antes de dedicarse a esta labor trabajó 14 años como sastre en esta misma comunidad, pero se cansó de estar mucho tiempo sentado, así es que un día se decidió cambiar de oficio y aunque nadie de su familia se dedicaba a trabajar en la preparación de la cochinita pibil, aprendió por su cuenta y vaya que lo hizo bien.

“Mucha gente que cruza y viene a desayunar me dice que por qué no pongo este negocio en Cancún o en algún otro lugar turístico, o en Mérida, que me va a ir bien, pero lo pienso mucho y mejor me quedo en mi pueblo, acá estoy más tranquilo, con que salga para comer estoy contento y no tengo que mover a toda mi familia”, dice nuestro amigo, quien una vez que se decidió a poner su puesto de venta de cochinita pibil fue tal el éxito, que de plano se olvidó de su máquina de coser.

“Tengo tres hijos, dos mujeres y un varón que viven en Mérida y que también está dedicado al giro de la comida, pero no vende cochinita, sino hamburguesas y perros calientes”, comentó.

Mientras las gotas de lluvia suenan cada vez más fuerte sobre la lámina del puesto, poco a poco van llegando repartidores de periódico que retornan de sus rutas con destino a la capital yucateca, al igual que vecinos que piden 30 o 50 pesos de la sabrosa cochinita pibil que calientita despide un aroma incomparable, una invitación difíciles de rechazar hasta para los guardianes del orden, que solicitan sus tortas y tacos para iniciar de buena manera el día.

Como todos los días, acompaña en esta sabrosa labor a don Fidel su hermano Filiberto, quien con sus ocurrencias y puntadas alegra a los comensales que en la mayoría de los casos son conocidos de muchos años, de modo que la confianza y la cordialidad está presente.

La preparación, nos explican los hermanos Mex Tun, inicia desde la noche anterior, y aunque la cocción dura máximo siete horas, se deja enterrada para que se conserve calientita hasta el momento en el que se lleve al puesto para ofrecerla acompañada de un sabroso salpicón y, por supuesto, con su chilito habanero.

Para beneplácito de los viajeros que transitan por Pisté, don Fidel y Filiberto trabajan todos los días del año aunque haya mal tiempo como en esta ocasión, ya que nos cuentan que el espacio en el que realizan la matanza del cerdo y donde preparan y entierran su cochinita pibil está completamente techado.

“Gracias a Dios tenemos dónde trabajar y si la lluvia no está tan fuerte aquí estaremos”, finalizó don Fidel Mex Tun.

Texto y fotos: Manuel Pool

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